Francisco agradece el incansable trabajo de los voluntarios de la JMJ: "Sean surfistas del amor"
Antes de volver a Roma, el Papa ha querido encontrarse con los jóvenes voluntarios de la JMJ: "Han sido un ejemplo de equipo trabajando juntos"
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Y llegó el momento de despedir al Papa Francisco en Lisboa. Antes de subir al avión destino Roma, el Santo Padre ha querido tener un último encuentro con los voluntarios de la JMJ. Tras la proyección de un vídeo sobre estos días en Lisboa, tres jóvenes han compartido sus testimonios.
A continuación, tras las palabras del Patriarca de Lisboa, el cardenal Manuel Clemente, donde ha agradecido al Papa su visita a la ciudad, Francisco ha pronunciado su último discurso en tierras lusas.
“Gracias por trabajar tanto y tan bien, han hecho posible que estos días sean inolvidables. Han trabajado durante meses, discretamente, sin ruido ni protagonismos […] han sido un ejemplo de equipo trabajando juntos. Pero el de ustedes, más que un trabajo, ha sido un servicio, y el servicio es el primer testimonio de lo que hemos dicho en estos días: que el amor es gratuidad, que se ama a través de las obras”, ha empezado su discurso Francisco.
“¡Cuánto han corrido en estos meses y en estos meses!”, les ha dicho Francisco que ha sido muy sincero con ellos: “Los he visto mientras respondían a mil necesidades, a veces con el rostro marcado por el cansancio, otras veces un poco abrumados por las urgencias del momento, pero siempre con una sonrisa y con los ojos luminosos, porque están llenos de amor. Trabajaron duro en la preparación, luego en la acogida y en el servicio a las multitudes que se movían de un encuentro a otro. Hicieron grandes cosas con gestos pequeños”.
Volviendo a reflexionar sobre los testimonios que acababa de escuchar, Francisco ha subrayado como “nos han recordado que el encuentro más hermoso, el motor de todos los demás, que lleva adelante la vida, es con Él. Renovar cada día el encuentro personal con Jesús es el centro de la vida cristiana”.
“Cuando sentimos que las cosas no van, a menudo nos lanzamos a otras distintas, que así se convierten en anestésicos, en vías de escape, pero que no resuelven el problema. En cambio, para poner orden en la vida no sirven las cosas, las distracciones y el dinero, es necesario dilatar el corazón, ensancharlo abriéndolo”, ha dicho Francisco en su discurso.
"El encuentro con Jesús es un momento personal y único, que se puede describir y contar sólo hasta cierto punto, pero siempre llega gracias a un camino recorrido en compañía, realizado gracias a la intercesión de los demás", ha expresado el Papa.
Finalizando su discurso, y haciendo un paragón con la localidad portuguesa de Nazaré donde los surfistan admiran olas de hasta treinta metros, Francisco ha subrayado que "estos días también ustedes han afrontado una verdadera ola; no de agua, sino de jóvenes que han inundado esta ciudad. Pero, con la ayuda de Dios, con mucha generosidad y apoyándose mutuamente, ustedes han desafiado esta gran ola. Fijénse, sois valientes. Gracias, ¡Obrigado! Sigan manteniendos en las olas del amor, de la caridad. Sean surfistas del amor y eso es como una tarea que les encomiendo en este momento. Que el servicio de la JMJ sea la primera de muchas olas de bien; serán llevados cada vez más alto, más cerca de Dios, y esto les permitirá ver desde una mejor perspectiva vuestro camino".