Levantan a un chico en silla de ruedas y el Papa lo bendice

El vídeo que se ha hecho viral en Panamá: un grupo de jóvenes levantan a un chico en silla de ruedas a pulso para que pueda ver al Papa

Javier González

Publicado el - Actualizado

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Es por la tarde en Panamá. El sol empieza a ponerse y regala una luz cálida que hace que el ya precioso paisaje, lo sea más aún en esta JMJ de PanamáMiles de personas llevan horas esperando, de pie, después de haber caminado muchos kilómetros para ver al Papa Francisco. También un joven discapacitado se ha unido con su silla de ruedas.

Todo el mundo quiere ver a Francisco y no va a ser fácil. Muchos llevan cinco horas ahí para guardar el sitio y estar en primera fila. Todo para verle durante, ¿cuánto? ¿Cinco o diez segundos? Hay mucha expectación y los jóvenes charlan, ríen, cantan y bailan mientras esperan. Todos están cansados, pero también contentos.

No viene un equipo de fútbol con una copa, pero la gente que hay es la misma o más. Eso sí, el ambiente es bien distinto. Cuando pasa el primer coche que encabeza la comitiva, el volumen aumenta. El Papa se acerca y la gente lo sabe.

Cuando pasa el segundo, la gente se enciende más todavía con un sorprendente respeto y alegría después de la espera. de repente, de entre el mar de personas, se eleva poco a poco un chico con una silla de ruedas. El grupo que rodea al joven le levanta a pulso para que pueda saludar al Papa.

Por fin, después de muchas horas y calor, aparece ese coche blanco tan esperado, con ese hombre de 82 años sonriendo, saludando a la multitud. El joven, en lo alto de su silla de ruedas, por encima de las cabezas de la gente, sonríe y levanta la mano para devolverle el saludo. El Papa le ve, y acto seguido cambia su postura y deja de saludar para hacer el signo de la cruz volviéndose hacia el joven.

La alegría es desbordante. Y esta es solo una historia más de todas las que uno se encuentra estos días caminando por Panamá. Cientos de miles de personas alegres y felices. Todo el mundo se saluda, se intercambian banderas, se forjan amistades, se comparten las culturas... Países enfrentados por la política que se abrazan en la calle, jóvenes alemanes, de Angola, de EEUU y rusos, españoles, chilenos... Todos unidos. Y ¿por qué? Por Dios, por la Virgen y por el Papa. Una experiencia única que merece la pena vivir.