Las actividades que ha organizado la diócesis de Roma con los jóvenes para recordar al beato Carlo Acutis

La diócesis de Roma está organizando diferentes iniciativas con ocasión de la memoria litúrgica del Beato Carlo Acutis que la Iglesia Universal celebrará cada 12 de octubre. En primer lugar, el lunes 11 de octubre, la parroquia romana de Sant’Angela Merici recibirá tres reliquias del beato adolescente: un trozo de madera de su cama, otro de la sábana que le cubría cuando murió y un fragmento de un suéter que usaba a menudo.

Al finalizar una Misa que presidirá el Cardenal Angelo De Donatis, un grupo de jóvenes participarán en una fiesta con testimonios de vida y de fe. Esta iniciativa está organizada por el servicio diocesano de la pastoral juvenil, se llevará a cabo al aire libre respetando todas las medidas sanitarias para prevenir contagios de covid-19, y habrá diferentes espacios dedicados a la música, danza, escultura y diferentes testimonios.

Por último, el sábado 16 de octubre un grupo de jóvenes realizará una peregrinación de Roma a Asís “siguiendo las huellas de San Francisco y de Carlo Acutis”. Según el programa difundido por la diócesis de Roma, los jóvenes viajarán en autobús durante dos horas y media y la llegada estimada es a las 10:30 a.m. La primera etapa será la Basílica de Santa María de los Ángeles que custodia la Porciúncula.

Una hora después, los jóvenes se reunirán con el Obispo de Asís en el Santuario de la Expoliación (Despojo) en donde se encuentran los restos mortales del Beato Carlo Acutis. Luego, visitarán la Basílica de San Francisco en donde podrán participar en una Misa presidida por el Cardenal De Donatis.

Carlo Acutis, el joven que creció en la fe a través de su enfermedad

Carlo Acutis nació el 3 de mayo de 1991 en Londres (Inglaterra) donde trabajaban sus padres. Algunos meses después, sus papás Andrea Acutis y Antonia Salzano, se mudaron con él a Milán.

Siendo adolescente, a Carlo le diagnosticaron leucemia. Ofreció sus sufrimientos “por el Señor, el Papa y la Iglesia”. Murió el 12 de octubre de 2006, día de la Virgen del Pilar. Fue sepultado en Asís a pedido suyo, debido al gran amor que le tenía a San Francisco.

Su causa de beatificación y canonización se abrió en 2013. Fue declarado venerable en 2018 y fue beatificado el 10 de octubre de 2020. Desde muy pequeño Carlo mostró un especial amor a Dios, aunque sus padres no eran especialmente devotos. Su madre decía que antes de Carlo solo fue a Misa en su Primera Comunión, su Confirmación y su Matrimonio.

Carlo también amaba rezar el Rosario. Tras su Primera Comunión iba a Misa con frecuencia y se quedaba rezando en Hora Santa luego de la Eucaristía. Se confesaba una vez a la semana.

Pidió a sus padres que lo llevaran en peregrinación a los lugares de los santos y a los sitios de los milagros eucarísticos, los cuales promovió especialmente a través de un sitio web que diseñó con ese fin en el que escribió que “mientras más frecuente sea nuestra recepción de la Eucaristía, más seremos como Jesús. Y en esta tierra podremos pregustar el Cielo”.

Su testimonio de fe llevó a una profunda conversión a su madre porque, de acuerdo con el sacerdote que promovió su causa, él “logró acercar a sus familiares, a sus padres a la Misa diariamente. No fue al revés, no fueron los padres los que llevaron al pequeño a Misa sino era él quien iba a Misa y que convenció a otros de recibir la Eucaristía todos los días”.

Fue conocido por defender a los chicos de su escuela que sufrían bullying, especialmente niños con discapacidad. Cuando los padres de un amigo se estaban divorciando, Carlo hizo lo posible para incluirlo en la vida familiar de los Acutis. Cuando Carlo enfermó su vida de fe aumentó. Tenía toda la intención de ofrecer su sufrimiento por la Iglesia, el Papa y la gente enferma.