Las Misioneras de la Caridad expulsadas de Nicaragua, sorprendidas: “Nunca hicimos actividad política"
Las hermanas muestran su sorpresa por la decisión del Gobierno de Daniel Ortega, y aseguran que su única intención siempre fue servir a los pobres
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Las Misioneras de la Caridad expulsadas de Nicaragua la pasada semana han mostrado su tristeza por verse obligadas a abandonar el país y a los colectivos vulnerables a los que atienden.
En una entrevista concedida a la agencia 'Sir', las Hermanas aseguran que la decisión del Gobierno de Daniel Ortega la recibieron con sorpresa, ya que rápidamente tuvieron que abandonar sus casas: “Nunca hicimos actividad política. Nuestro pensamiento siempre ha sido servir a los pobres. Por supuesto, el país está sufriendo, especialmente la Iglesia, que es perseguida. No hay libertad, pero la situación económica también es difícil, y cada vez faltan más puestos de trabajo", lamentan desde Costa Rica, país que les ha acogido.
Y es que se trata de una decisión que ha indignado al mundo y que ha causado sorpresa, ya que pese a la persecución del Ejecutivo de Ortega a la Iglesia, el propio presidente de Nicaragua conoció personalmente a la fundadora de la congregación, a Teresa de Calcuta. Además, tras la canonización de la santa en 2016, el Gobierno mostró su alegría.
Tras la expulsión, las 18 hermanas cruzaron la frontera a Costa Rica, al igual que hacen miles de nicaragüenses que huyen de la persecución. En el país vecino fueron recibidos inicialmente por el obispo de Tilarán-Liberia, Manuel Eugenio Salazar Mora. Luego, encontraron alojamiento en la casa de las Misioneras de la Caridad en San José.
Nuestro dolor se equilibra con la acogida que hemos encontrado aquí, la Iglesia de Costa Rica nos ha abierto los brazos. Que se haga la voluntad de Dios”, expresa una de las hermanas en la entrevista.
En Nicaragua, las monjas estaban presentes en tres estructuras, dos en Managua y una en Granada: “En Managua, en una primera estructura, teníamos una casa de retiro para ancianos, un jardín de infantes, acompañábamos a los pobres brindándoles una comida. En cambio, la segunda estructura estaba dedicada a la vida contemplativa. En Granada atendíamos a niñas adolescentes en riesgo social, y también teníamos una guardería, un comedor, y también les dábamos canastas de alimentos a los pobres. Además, tanto en Managua como en Granada también hacíamos actividades de catequesis”, explican.
"Nicaragua vive la dictadura más represiva de América"
Tal y como denuncian algunos medios internacionales, Nicaragua vive la dictadura más represiva del continente americano. "Hay poco que hacer, ninguna organización escapa a la represión de Ortega y su mujer", comenta desde Madrid Israel González Espinoza, periodista nicaragüense particularmente experto en el sector eclesial, obligado a exiliarse durante unos dos años en la capital de España para seguir contando lo que está pasando en su tierra natal.
“Hoy, en mi opinión, la de Ortega es la dictadura más represiva del continente, más que Venezuela y Cuba, hemos llegado a un nivel sin precedentes, y lo que se ha hecho con las Hermanas de Madre Teresa es prueba de ello. Las casas de los religiosos ya han sido ocupadas por los fieles del régimen, ya han sido repintadas, las sagradas imágenes han sido retiradas, querían borrar cualquier rastro de la presencia de las misioneras de la Caridad”, ha relatado.