Los misioneros de Don Orione en Ucrania empiezan a acoger los refugiados: "Les pido que recen por nosotros"
La prioridad de los religiosos es la protección de los 8 niños discapacitados presentes en el Monasterio Don Orione en Lviv
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La ciudad de Lviv en Ucrania se está convirtiendo en el lugar de Ucrania donde se está acogiendo a todas las personas que intentan salir del país y dirigirse hacia Polonia. El Monasterio Don Orione está recibiendo estos días a “refugiados y discapacitados”.
Don Moreno Cattelan, misionero de Don Orione, ha dado detalles de la situación a la Agencia Fides. Los religiosos mantuvieron una reunión para tratar de prever todos los escenarios posibles, especialmente pensando en la protección de los niños discapacitados presentes. “Nuestra otra prioridad es la protección de los 8 niños discapacitados que viven en nuestra comunidad. Si el conflicto llegara aquí nos veremos obligados a llevárnoslos a nuestras casas en Polonia o en Italia”.
El Padre Cattelan ha explicado además que “desde anoche nadie ha salido de Lviv. Todos estamos esperando. El miedo más grande es a los bombardeos. Nuestro clérigo no podrá salir del país porque todos los hombres están llamados a incorporarse al ejército. Están convocados todos los ciudadanos italianos de 18 a 60 años. Les pido sobre todo que recen por nosotros. No dejaremos al pueblo ucraniano. ¡Nos quedamos aquí!”, ha reafirmado el misionero.
El padre Moreno Cattelan, quien se encuentra en Kiev, informa de que “se ha decretado la ley marcial, se recomienda mantener la calma y si suena la alarma acudir a los refugios. Durante la noche fue bombardeado el aeropuerto militar de la ciudad, ubicado cerca de la casa orionina. Mucha gente está intentando salir de la capital y hay largas filas de coches en las calles. No es fácil encontrar combustible”.
El padre Fabio Cerasa explica que “en Lviv las sirenas sonaron varias veces y hay mucho caos de tráfico en las calles porque todo el mundo está huyendo. Estamos aquí en casa. Las gasolineras están llenas de gente, así como los cajeros automáticos. El aeropuerto ya ha sido cerrado”. El padre Egidio Montanari, también de Lviv, insiste en que “el ataque es a toda la nación, desde esta mañana siguen sonando las sirenas antiaéreas, aún no hemos escuchado explosiones, pero creo que pueden bombardear el aeropuerto de la ciudad, porque lo están haciendo en otras ciudades del país. Nos quedamos aquí, no podemos abandonar la casa y, sobre todo, a nuestros niños discapacitados porque solo nos tienen a nosotros. A ver cómo evoluciona la situación”.
Mientras tanto, decidieron que el padre Moreno Cattelan dejará Kiev para unirse a sus cohermanos en Lviv para que puedan estar todos juntos. Se encontrarán a mitad de camino y luego regresarán a Lviv porque el padre Cattelan no cuenta con combustible suficiente como para llegar a la ciudad.