El obispo nicaragüense Rolando Álvarez, exiliado en Roma, participará en el Sínodo de los Obispos

El titular de Matagalpa acudirá al Sínodo junto con otros 56 cardenales y obispos elegidos directamente por el Papa Francisco

 

 

Redacción Religión

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El obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, desterrado por el régimen de Daniel Ortega, participará en la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que se celebrará del 2 al 27 de octubre en el Vaticano.

De esta forma, el obispo nicaragüense, que acudirá al Sínodo junto con otros 56 cardenales y obispos elegidos directamente por el Papa Francisco, podrá votar, opinar y discutir sobre los temas tratados.

Sobre el Sínodo de la Sinoladidad

El Sínodo de la Sinodalidad reúne a obispos, sacerdotes, religiosos, laicos y otros miembros designados por la Santa Sede. Su objetivo es discutir la marcha de la evangelización a día de hoy y cómo la Iglesia puede responder a los desafíos actuales.

Este proceso sinodal inició con un cuestionario enviado a los fieles en el año 2021. La primera parte del Sínodo se celebró del 4 al 29 de octubre de 2023, con la participación de 464 delegados. La segunda parte, se llevará a cabo del 2 al 27 de octubre de 2024.

 

 

Monseñor Rolando Álvarez

Mons. Rolando José Álvarez Lagos, de 57 años, fue nombrado obispo de Matagalpa en 2011 por el Papa Benedicto XVI. Su firme defensa de los derechos humanos y su oposición a los abusos del régimen de Daniel Ortega le costaron la persecución por parte del gobierno.

Desde agosto de 2022, fue obligado a permanecer recluido en su casa episcopal junto a otros religiosos, y dos semanas después, la policía irrumpió en su residencia y lo secuestró rumbo a Managua. El 10 de febrero de 2023 fue condenado a 26 años y cuatro meses de prisión, acusado de “traidor a la patria”.

Un día antes de su condena, el obispo se negó a abordar en un avión que la dictadura había preparado para deportar a más de 200 prisioneros políticos a Estados Unidos.

Finalmente, el 14 de enero de 2024 fue deportado a Roma tras la mediación del Vaticano, junto al obispo de Siuna, Mons. Isidoro Mora, así como otros sacerdotes y seminaristas.