San Egidio pide suspender las sanciones a Siria para favorecer la distribución de la ayuda humanitaria

La cifra de muertos a causa de los terremotos registrados el lunes en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, ha aumentado a más de 9.600, según los balances publicados hasta la fecha, que apuntan además que más de 45.000 personas han resultado heridas a causa de los seísmos.

Las cifras están tristemente destinadas a aumentar y el trágico acontecimiento ha tenido lugar en una región que es escenario de una sangrienta guerra desde hace más de 11 años. Por eso, la Comunidad de San Egidio – que ya se ha movilizado para ayudar a toda la población – está especialmente preocupada por las provincias sirias de Alepo e Idib, devastadas por el conflicto y a las que raramente llega ayuda humanitaria a causa de las sanciones internacionales que pesan sobre el país.

En un comunicado publicado este martes, San Egidio considera que "ha llegado el momento de suspender las sanciones para permitir que las ayudas lleguen en abundancia y lo más rápidamente posible a la población exhausta por la guerra y por el sismo”.

Asismo, la comunidad ha hecho un llamamiento “a la comunidad internacional para que fomente el acceso humanitario urgente a Siria – por aire y por tierra – para que se pueda salvar el mayor número de personas afectadas y todos aquellos que lo han perdido todo en este frío invierno”.

Las palabras del Papa Francisco en la Audiencia General

El Papa Francisco ha enviado un mensaje al final de la Audiencia General a los pueblos de Turquía y Siria, “duramente golpeados por el terremoto que ha causado miles de muertos y heridos”.

“Con conmoción rezo por ellos y expreso mi cercanía a estos pueblos, a las familias de las víctimas y a todos los que sufren esta catástrofe devastadora”, ha dicho el Papa al final de la Audiencia General.

Francisco ha dado las gracias a quienes “están trabajando por llevar las ayudas necesarias” y ha animado a todos “a solidarizarse con estos territorios, algunos de ellos ya duramente golpeados por una larga guerra”. Por último, ha pedido rezar juntos “para que estos hermanos y hermanas nuestras puedan salir adelante ante esta tragedia” y ha pedido a la Virgen María “que los proteja”.

Tras recordar el terrible terremoto de esta semana y rezar el Ave María, el Papa Francisco, como de tradición, ha pedido también no olvidar “el sufrimiento del pueblo ucraniano martirizado, con frío, sin luz ni calefacción y constantemente en guerra”.