El motivo por el que Paula decidió pasar su verano como voluntaria en Bolivia: “Son jóvenes como nosotros, pero con una vida completamente diferente”
Paula Cabrera viajó durante un mes a Bolivia para colaborar en colegios con niños, una experiencia que le “cambió la vida”
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Antes de irnos de vacaciones hablábamos de iniciativas para este verano que se podían traducir también en la entrega a otros. Hoy hemos querido hacer balance y ver cómo les ha ido a muchos de esos voluntarios, cómo les ha cambiado la vida.
Una de estas personas es Paula Cabrera, una ingeniera química malagueña de 27 años. Llevaba tiempo queriendo hacer un voluntariado: "siempre había escuchado testimonios de amigas y conocidos que decían que era una experiencia brutal". Sin embargo, hasta este verano, no había dado el paso. Fue a través de las redes sociales de su parroquia cuando vio el anuncio y decidió inscribirse. Del 29 de julio al 29 de agosto, Paula participó en un voluntariado en Bolivia con el grupo 'Acción Católica'.
"Me vengo con la sensación de que ayudé en lo que pude, pero creo que fue muy poco en comparación con lo que yo recibí"
'Ecclesia al día'
El grupo se repartió en tres ciudades bolivianas, y Paula, junto a otros 14 compañeros, fue destinada a El Alto, una ciudad situada al oeste del país. Allí, se dedicó principalmente a trabajar con niños en colegios, aunque hubo otros tipos de voluntariado como en centros de salud y con personas discapacitadas. "Trabajé con niños de cero a cinco años en varios colegios, y aunque estuviera pocos días con ellos, siempre se acordaban de mí. Eran increíblemente cariñosos. Nos recibieron con una bienvenida súper cálida, tanto la gente de la parroquia como los niños y los centros”.
Uno de los aspectos más especiales de la experiencia para Paula fue la convivencia con los seminaristas y novicias que vivían en la parroquia de la ciudad. "Fue muy especial pasar tiempo con ellos. Eran jóvenes como nosotros, pero con una vida completamente diferente”.
Paula insiste en que "me vengo con la sensación de que ayudé en lo que pude, pero creo que fue muy poco en comparación con lo que yo recibí. Aprendí mucho y conocí un país completamente distinto. Me llevo mucho más de lo que di".
Cuando se le pregunta cómo recomendaría esta experiencia a otros, Paula es clara: "Se lo recomiendo a todo el mundo. Dentro de sus posibilidades, creo que lo mínimo sería un mes para poder sumergirse en la experiencia. Si pudiera, volvería sin dudarlo".