El religioso Yéremi Blanco relata cómo vivió su cautiverio en una cárcel de Cuba tras las protestas del verano

Tras dos semanas en prisión, el pastor de la Iglesia Bíblica de la Gracia tendrá que afrontar una multa por su participación en las movilizaciones contra el régimen cubano

El religioso Yéremi Blanco relata cómo vivió su cautiverio en una cárcel de Cuba tras las protestas del verano

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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El pastor de la Iglesia Bíblica de la Gracia, Yéremi Blanco, y su amigo Yarián Sierra permanecieron en una prisión de Cuba un total de dos semanas tras ser detenidos el pasado 11 de julio, cuando se produjeron las movilizaciones contra el régimen comunista que impera en el país caribeño.

El caso de ambos se resolvió hace apenas unos días, el pasado 1 de septiembre. Les impusieron el pago de una multa. En una entrevista concedida a ‘Protestante Digital’ y que ha recogido ‘Evangélico Digital’, Yéremi Blanco ha relatado cómo fueron los momentos de cautiverio y sobre el futuro de Cuba.

Tanto el pastor como su mujer y sus tres hijos han pasado por semanas de tensión y sufrimiento, aunque las dos semanas en prisión les sirvieron para acercarse aún más a Dios. Una vez que Yéremi ha conocido que ‘únicamente’ tendrá que hacer frente a una sanción económica y no volver a la cárcel, le produce satisfacción, pero denuncia la injusticia de su caso, al igual que el de tantos compatriotas que participaron en aquellas manifestaciones.

“Debo decir que incluso la multa de 800 cup (unos 28 euros) es injusta. Yo no cometí ningún delito y a pesar de eso estuve catorce días en una celda y ahora pagamos una multa. De cualquier forma, mi familia y yo estamos felices”, ha confesado en la entrevista a ‘Protestante Digital’.

Pese a los malos momentos, confiesa que experimentó “la bondad de Dios sobre nuestras vidas” durante aquellas dos semanas de enorme tensión, sin saber nada de lo que ocurría en el exterior y lo que podía pasarle: “Sabía que Dios no nos abandonaría y que debíamos recibir de Él también las pruebas, aunque nos llegaran por las manos injustas de los hombres. Pero cuando salí y me enseñaron todo lo que estaba sucediendo en las redes sociales, la prensa independiente cubana, la prensa internacional, quedé asombrado. Ver cómo una inmensa cantidad de cristianos a lo largo y ancho del mundo estaban sensibilizados con nuestra detención fue un regalo de Dios para mi alma turbada en ese entonces. Eso es una muestra de la bondad de Dios para con nosotros”, ha respondido.

No solo la comunidad cristiana, también se solidarizaron con su causa y la de su amigo Yarián Sierra multitud de personas de otras creencias, que llegaron a ofrecerles ayuda: “Dios nos ha dado muchas amistades y queremos conservarlas. Por otra parte, toda la incertidumbre que viví dentro de la prisión y toda la aflicción que vino después contribuyeron a poner a prueba no solo nuestra fe, sino muchas enseñanzas de la Sagrada Escritura que comprobamos en nuestra propia experiencia”, ha precisado.

No obstante, Yéremi es consciente de que su ministerio como pastor puede complicarse en Cuba en el futuro, ya que la Iglesia está muy vigilada por los gobernantes del país caribeño: “Haber estado sometido a un proceso de investigación por los eventos del 11 de julio va a hacer que la vigilancia sobre nuestra iglesia y sobre mi persona se agudice. Incluso es posible que encontremos más obstáculos que los que ya encontraba anteriormente”.

Además, durante la charla con el digital protestante ha mostrado su preocupación por lo que pueda ocurrir con sus hijos cuando regresen a la escuela. Sin embargo, se muestra animado para seguir adelante: “Seguiré sirviendo a Dios en Cuba mientras sea posible. Mi esposa y yo estamos casados desde el año 2003, juntos tenemos tres hijos. Si llegara a suceder que mi familia comenzara a enfrentar algún tipo de hostigamiento, entonces consideraría servir a nuestro Dios en otra nación”.

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