Los niños protagonizan la oración de Francisco en el Vía Crucis del Viernes Santo: "Ayúdanos a ser como ellos"

Vuelve a ver en TRECE una de las devociones más arraigadas en el pueblo cristiano desde la Plaza de San Pedro

Redacción Religión

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En una Plaza de San Pedro prácticamente vacía, el Papa Francisco ha celebrado el tradicional Vía Crucis de Viernes Santo, donde los niños han tomado el protagonismo. El regreso de esta celebración en el Coliseo de Roma tendrá que esperar al menos hasta 2022, si es que la pandemia lo permite.

TRECE ha sido testigo del Vía Crucis, que es una de las devociones más arraigadas en el pueblo cristiano. En él se recuerdan y se reviven con devoción los misterios de la Pasión de Cristo. Una tradición que nació en Jerusalén en el año 313, cuando tras tres siglos de discriminación, los cristianos deciden reunirse cada año para imitar el camino hecho por Jesús antes de morir.

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Las meditaciones, elaboradas por los niños, han comenzado el Via Crucis con una actualización del “Jesusito de mi vida”, afirmando que “también nosotros los niños tenemos cruces, que no son ni más livianas ni más pesadas que las de los grandes, pero que son verdaderas cruces, que sentimos pesadas también de noche”.

A lo largo de las estaciones se han presentado 14 testimonio y otras tanta oraciones compuestas por los propios niños que han precedido a la plegaria del Papa Francisco.

“Señor, Padre bueno, también este año hemos hecho memoria del Vía Crucis de tu Hijo Jesús, y lo hemos hecho con las voces y las oraciones de los niños, que Tú mismo has indicado como ejemplo para entrar en tu reino. Ayúdanos a ser como ellos, pequeños, necesitados de todo, abiertos a la vida. Haz que volvamos a adquirir la pureza de la mirada y del corazón”, fue la invocación que dirigió el Papa Francisco al final del Vía Crucis que presidió este 2 de abril, Viernes Santo, en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

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En su oración, el Santo Padre también pidió al Señor que, “bendiga y proteja a todos los niños del mundo, para que puedan crecer en edad, sabiduría y gracia, para que conozcan y sigan el proyecto de bien que Tú has pensado para cada uno. Bendice también a los padres y a cuantos colaboran con ellos en la educación de estos hijos tuyos, para que se sientan siempre unidos a ti al dar vida y amor”.

El Vía Crucis visto con los ojos de los jóvenes

Al igual que los años anteriores, la cruz que presidia la celebración fue llevada por un grupo de jóvenes y educadores que se encargaron de las meditaciones que fueron leídas por los propios autores. A cada meditación correspondía un dibujo que se fue mostrando a través de la televisión en directo.

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Al confiar las meditaciones del Vía Crucis a los niños, el Papa Francisco nos invita a mirar los sufrimientos de la humanidad -especialmente en este tiempo marcado por la pandemia- a través de los ojos de los más pequeños. Nos pide de alguna manera que nos rebajemos a mirar el mundo a la altura de su mirada.