La Santa Sede y China renuevan su Acuerdo Provisional para la designación de obispos por otros dos años
El acuerdo estará vigente hasta octubre de 2022, tiene entraña pastoral y su objetivo es permitir la difusión del evangelio y reforzar la unidad de la Iglesia en el país asiático
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El Vaticano acaba de confirmar que el acuerdo con China para la designación de obispos se ha prolongado por otros dos años más. En 2018 se firmó un primer acuerdo que significó el mayor acercamiento bilateral en más de 50 años. Firmado en Pekín, preveía una duración de dos años ad experimentum, antes de una eventual confirmación definitiva u otra decisión.
El acuerdo estará vigente hasta octubre de 2022, tiene entraña pastoral y su objetivo es permitir la difusión del evangelio y reforzar la unidad de la Iglesia en China.
El cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, explicó recientemente que la intención era de proponer una prórroga a las autoridades chinas, continuando la adopción del Acuerdo en forma provisional, "como se ha hecho en estos dos primeros años, a fin de verificar posteriormente su utilidad para la Iglesia en China".
Ayer, en la Pontificia Universidad Antonianum, en la ceremonia de inauguración por el Año académico, el cardenal Parolin afirmaba que su deseo es que “la Iglesia china encuentre con este acuerdo su unidad y a través de esta unidad pueda convertirse en instrumento de evangelización, un anuncio del Evangelio en la sociedad china, por un desarrollo auténtico de todos sus habitantes”.
El proceso de nombramiento de obispos, cuestión esencial para la vida de la Iglesia
Desde el primer comunicado, publicado conjuntamente por la Santa Sede y el gobierno chino el 22 de septiembre de 2018, se especificó con claridad inmediatamente la materia propia del Acuerdo, que no se refiere directamente a las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y China, ni al estatuto jurídico de la Iglesia Católica china, ni a las relaciones entre el clero y las autoridades del país. El Acuerdo Provisional se refiere exclusivamente al proceso de nombramiento de obispos, una cuestión esencial para la vida de la Iglesia y para la comunión de los pastores de la Iglesia Católica China con el obispo de Roma y los obispos del mundo.
El purpurado expresó su satisfacción por este acuerdo y expresó que aún no se habla de relaciones diplomáticas, “nos hemos concentrado en los asuntos de la Iglesia”, dijo. "Hay muchos problemas que el acuerdo no ha resuelto, pero esperamos que a través del diálogo podamos resolverlos" afirmó el cardenal Parolin.
Desde la entrada en vigencia del acuerdo el 22 de octubre de 2018, todos los obispos chinos están ya en "plena comunión" con Roma y Beijing, y se designaron dos nuevos prelados con acuerdo tanto del Vaticano como del Gobierno del presidente chino Xi Jinping.
El Vaticano ha defendido que gracias a este acuerdo han sido nombrados dos obispos Mons. Antonio Yao Shun, de Jining, Región autónoma de Mongolia Interior y Mons. Stefano Xu Hongwei, en Hanzhong, Provincia de Shaanxi. "Estadísticamente pueden no parecer un gran resultado, pero esto representa un buen inicio con la vista puesta en la esperanza de poder alcanzar de forma progresiva otras metas positivas", señalan en el artículo del Osservatore Romano en el que también ha ilustrado la parálisis de este proceso debido a la emergencia sanitaria por la pandemia.
Asimismo, el Vaticano ha señalado que el "objetivo pastoral" de la Santa Sede es "ayudar a los católicos chinos" que han estado divididos durante mucho tiempo y ofrecer a su vez "señales de reconciliación" de "colaboración" y de "unidad". No obstante, también ha reconocido que "siguen existiendo no pocas situaciones de gran sufrimiento". "La Santa Sede lo sabe y lo tiene en cuenta, y trata de pilotar la atención del Gobierno chino para favorecer un ejercicio más fructífero de la libertad religiosa". "El camino es largo y no está exento de dificultades", ha remachado.