La Santa Sede exhorta a vivir la JMJ diocesana como "fiesta de la fe y experiencia de fraternidad universal"
El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida presentó este martes, 18 de mayo, las "Orientaciones pastorales para la celebración de la JMJ en las Iglesias particulares"
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El Vaticano publicó unas orientaciones para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en las diócesis en las que destaca su dimensión pastoral y la necesidad de poner a los jóvenes en el centro de su celebración.
En un documento difundido este martes 18 de mayo, y elaborado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, se recuerda que “para el Papa Francisco, las Jornadas Mundiales de la Juventud constituyen un impulso misionero de extraordinaria fuerza para toda la Iglesia y, en particular, para las generaciones más jóvenes”.
“La Jornada Mundial de la Juventud que se celebra en cada Iglesia particular tiene un gran significado y valor no solo para los jóvenes que viven en esa región concreta, sino para toda la comunidad eclesial local”, se señala.
"Sensibilizar y formar a toda la comunidad eclesial"
En ese sentido, “la Jornada Mundial de la Juventud celebrada a nivel local tiene un significado muy importante para cada Iglesia particular. Sirve para sensibilizar y formar a toda la comunidad eclesial – laicos, sacerdotes, personas consagradas, familias, adultos y personas mayores – para que sea cada vez más consciente de su misión de transmitir la fe a las nuevas generaciones”.
Se explica que “la celebración de estas Jornadas de los jóvenes a nivel local es sumamente útil para mantener viva en la conciencia eclesial la urgencia de caminar con los jóvenes, acogiéndolos y escuchándolos con paciencia, anunciándoles la Palabra de Dios con afecto y energía”.
“Estas Orientaciones Pastorales”, se afirma en el documento, “pretenden animar a las Iglesias particulares a que aprovechen cada vez más la celebración diocesana de la JMJ y a que la consideren una ocasión propicia para planificar y llevar a cabo de forma creativa iniciativas que muestren que la Iglesia considera su misión con los jóvenes una prioridad pastoral histórica, en la que invertir tiempo, energías y recursos”.
La Jornada de los jóvenes "debe ser una fiesta de la fe"
En las orientaciones se invita a que cada diócesis celebre la Jornada Mundial de la Juventud en la solemnidad de Cristo Rey. “En efecto, el deseo del Santo Padre es que, en este día, la Iglesia universal ponga a los jóvenes en el centro de su atención pastoral”. Se insiste en que “la Jornada de los jóvenes debe ser una fiesta de la fe”, pues “la celebración de la JMJ ofrece a los jóvenes una experiencia viva y alegre de fe y comunión, un espacio para experimentar la belleza del rostro del Señor”.
Se señala que la Jornada también “debe ser una experiencia de Iglesia”. Para ello, se propone la presencia activa del obispo local en las celebraciones, pues “la presencia del obispo local y su disposición a estar entre los jóvenes es, para los mismos jóvenes, un gran signo de amor y cercanía”.
La Jornada de los jóvenes debe ser, según las orientaciones, una “experiencia misionera”. Para ello, se propone “organizar misiones en las que se invite a los jóvenes a visitar a las personas en sus casas, llevándoles un mensaje de esperanza, una palabra de consuelo o simplemente ofreciéndoles escuchar”.
“Ocasión de discernimiento vocacional”
“Aprovechando su entusiasmo, los jóvenes – siempre que sea posible – pueden ser también protagonistas de momentos de evangelización pública, con cantos, oración y testimonios, en aquellas calles y plazas de la ciudad donde se reúnen sus coetáneos, porque los jóvenes son los mejores evangelizadores de los jóvenes. Su sola presencia y su fe alegre constituyen ya un anuncio vivo de la Buena Nueva que atrae a otros jóvenes”.
Además, la Jornada de los jóvenes debe ser una “ocasión de discernimiento vocacional” y una “llamada a la santidad”. Se recuerda que “dentro de una fuerte experiencia eclesial y misionera de la fe, se debe dar prioridad a la dimensión vocacional. Es un enfoque gradual que, en primer lugar, hace que los jóvenes comprendan que toda su vida está puesta ante Dios, que los ama y los llama”.
Tener la "valentía de implicar y confiar papeles activos a los jóvenes"
Se anima a tener “la valentía de implicar y confiar papeles activos a los jóvenes, tanto a los que provienen de las diferentes realidades pastorales presentes en la diócesis, como a los que no pertenecen a ninguna comunidad, grupo juvenil, asociación o movimiento”.
Por último, se recuerda la importancia del mensaje que cada año el Papa publica para la celebración diocesana de la JMJ. “Sería conveniente que los encuentros preparatorios y la misma JMJ diocesana se inspiren en las palabras que el Santo Padre ha dirigido a los jóvenes, en particular, en el pasaje bíblico que se propone en el Mensaje”.