La anécdota de Yago de la Cierva, director de la JMJ en Madrid, con Benedicto XVI: "Se llevó el menú a Roma"
El periodista conoció al aquel entonces cardenal alemán a principios de los años 90: "Acudíamos a él siempre que había temas difíciles o documentos complicados"
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El Papa Benedicto XVI viajó a Madrid en el agosto del 2011 para participar en la JMJ. Todo el mundo recuerda aquellas imágenes que siguen a día de hoy grabadas en nuestras mentes. Yago de la Cierva era el director ejecutivo de esa Jornada Mundial de la Juventud y nuestro compañero de COPE, Israel Remuiñán, ha hablado con él para conocer de primera mano su relación profesional con Joseph Ratzinger.
Yago conoció al aquel entonces cardenal alemán a principios de los años 90. Al cubrir la información sobre el Vaticano, el cardenal Ratzinger era alguien muy importante: “Acudíamos a él siempre que había temas difíciles o documentos complicados […] Ratzinger era una persona clave en el pontificado de Juan Pablo II y, por lo tanto, los periodistas allí le seguíamos muy de cerca”.
El periodista ha querido recordar además la lucha de Benedicto XVI contra los abusos en la Iglesia: “Juan Pablo II empieza a luchar claramente y hay cosas que puede hacer y hay otras cosas que él ve que no puede hacer y entonces se las encarga a Joseph Ratzinger como Prefecto de la Doctrina de la Fe […] todas las decisiones que se toman entre los años 2002 y 2005 el promotor es Joseph Ratzinger y es realmente el que inicia la revolución antes de ser Papa, con un mandato de plena confianza por parte de Juan Pablo II […] es el que toma las primeras decisiones: el levantamiento del secreto, las nuevas penas, el cambio de legislación…”
Asimismo, ya como Papa Benedicto XVI, exige a todas las Conferencias Episcopales que tengan un protocolo y que envíen este al Vaticano para revisarlo: “Cambian las normas penales, cambia la cultura e indica por dónde hay que ir con su famosísima carta a los católicos de Irlanda, que es todavía un monumento no superado de cómo hay que tratar los temas de los abusos, desde el punto de vista de la recuperación, de la sanación de esas heridas”.
Sobre la figura de Benedicto XVI, Yago de la Cierva cree que hay dos visiones de Ratzinger: “Hay una visión de la gente que le ha conocido y otros que, sin embargo, no lo han conocido y estas dos visiones totalmente divergentes. Desde el punto de vista de la imagen pública, quizás era una persona lejana, casi sin corazón, pero con un gran cerebro, un gran intelectual” “Nosotros decíamos en Roma que la gran diferencia entre Juan Pablo II y Benedicto es que el primero veía una cámara y se acercaba y el segundo veía una cámara y salía corriendo”, afirma el periodista español.
Recordando los días de la JMJ en Madrid, Yago tiene una anécdota muy especial que ha querido compartir con nuestro compañero de COPE, Israel Remuiñán. Fue durante la comida que el cardenal Rouco ofreció al Papa Benedicto XVI en su casa: “Terminó la comida, todos se levantaron, hicieron una oración y el Papa, antes de que se fueran todos, los paró y dijo: “Un momento, no nos vamos a ir sin agradecer a todas las personas que ha cocinado para nosotros y a las que nos han servido”".
Cogió el papel donde estaba escrito el menú y dijo: “Me lo voy a llevar a Roma porque esta ha sido probablemente la mejor comida de mi vida, y me voy a llevar este menú para dárselo a las personas que me hacen la comida allí, no para copiarlo porque es imposible, sino para que vean lo mucho que me han querido en Madrid”.