Así contó COPE el día que Benedicto XVI fue elegido Papa: "¿Pero seguro que es 'fumata blanca'?"
Cristina López Schlichting desde Roma narraba junto al resto de enviados especiales de COPE los instantes previos a que se anunciara quien sería el nuevo Papa
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El catolicismo y por supuesto esta casa, el Grupo COPE, jamás podrá olvidar aquel 19 de abril de 2005, cuando el cardenal alemán Joseph Ratzinger se convirtió en el nuevo sucesor de Pedro tras 27 años de papado de Juan Pablo II, fallecido 17 días antes.
Eligió el nombre de Benedicto XVI para su papado, en homenaje a Benedicto XV, que guió a la Iglesia en un periodo tan difícil como la I Guerra Mundial. De esta manera, uno de los teólogos más importantes del siglo XX se convirtió en Pontífice, tan solo un día después de dar comienzo el cónclave de los cardenales electores.
¿Es 'fumata blanca'?
La 'fumata blanca' comenzó al filo de las seis de la tarde, durante la emisión en COPE del programa 'La Tarde', presentado en aquellos años por Cristina López Schlichting, que se había desplazado con el resto del equipo especial de la casa hasta Roma para seguir de cerca lo que acontecía en una abarrotada Plaza de San Pedro. Pero en un primer momento había dudas sobre el color real del humo. No estaba nada claro que fuera blanca.
“La gente aplaude porque todo apunta que la fumata es blanca. Estamos confusos sobre el color, pero la gente está con cámara en alto y aplaudiendo”, relataba la corresponsal de COPE. Todos estaban pendientes de que las campanas de la basílica confirmaran que, por fin, teníamos un nuevo Papa. Unos minutos de incertidumbre que Cristina López Schlichting definió como “momentos cómicos por un lado de alegría y por otro de no saber nada”.
Sentimiento que secundaba el responsable de la programación socio-religiosa de COPE, José Luis Restán, desde los estudios centrales de Madrid: “Estoy más perplejo que vosotros por la distancia”, exclamaba.
Quien no mostraba ninguna duda era la corresponsal de COPE en Roma, Paloma Gómez Borrero, quien rápidamente se desplazó hasta la Plaza de San Pedro para narrar lo que ocurría: “La gente está enloquecida. Mientras esperamos las campanas están todos ondeando las banderas, aplaudiendo y gritando Viva el Papa”.
Suenan las campanas de la Basílica y estallan las emociones
Y el momento de la confirmación llegó. A las 18.04h de la tarde repicaban con más fuerza que nunca aquel 19 de abril. Una vez más se hizo historia. Y allí se encontraba, entre la muchedumbre, Gómez Borrero, como en otros grandes acontecimientos de la Iglesia: “Estoy entre un montón de religiosos y sacerdotes que aplauden enloquecidos. A muchos se le saltan las lágrimas. Es algo verdaderamente único e inolvidable. La alegría de un consuelo de saber que les ha iluminado Juan Pablo II para este momento. Las campanas de la basílica suenan al unísono”, relataba la histórica periodista del Grupo COPE.
Benedicto XVI: "Uno de los teólogos más importantes del siglo XX"
Una emoción que irradiaban los periodistas y que secundaban los fieles, que coreaban en San Pedro el nombre de Benedicto. Una figura esencial en la institución eclesiástica del siglo XX. Uno de los grandes teólogos del último siglo, tal y como manifestaba el por entonces Arzobispo de Zaragoza, Mons. Manuel Ureña: “Es un hombre de iglesia, un sacerdote de los pies a la cabeza, de una naturaleza bien dotada. Es de una poderosa inteligencia. Un hombre muy culto que domina las ciencias humanas de maravilla. Es uno de los mejores teólogos de la segunda mitad del siglo XX. Además es una teología que intenta conectar con lo más hondo del ser humano”, explicaba Mons. Ureña.
Línea en la que fue el hoy Arzobispo Emérito de Madrid, el cardenal Antonio María Rouco Varela: “Es una persona de una categoría intelectual y humana excepcional, y con una sensibilidad espiritual para el dialogo llevado a fondo. Todos sus libros y toda su obra teológica rezuman esa condición básica y fundamental de la Iglesia de que Jesucristo es el salvador del hombre".
Primer discurso de Benedicto XVI, dedicado a San Juan Pablo II
En su primer discurso, Joseph Ratzinger, ya Benedicto XVI, agradecía a los cardenales haberle nombrado el sucesor del Papa San Juan Pablo: "Queridos hermanos y hermanas, después del gran Papa Juan Pablo II los señores cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador en la viña del Señor. Me consuela el hecho que el Señor sabe trabajar y actuar incluso con instrumentos insuficientes y, sobre todo, confió en sus oraciones. En la alegría del Señor resucitado, confiados en su ayuda permanente vamos adelante. El Señor nos ayudará, María su Santísima Madre está de nuestra parte".
Una humanidad y humildad por parte del Santo Padre que agradecieron los fieles, encantados con la elección de quien lideraría la Iglesia Católica entre el 19 de abril de 2005 y el 28 de febrero de 2013, día en el que presentó su renuncia cuando casi tenía 86 años de edad.
“Estoy encantado, es una persona que se le conoce, los cardenales saben lo que han votado. No habrá sorpresas, será un papado de continuidad y de defender la sede interna de la Iglesia. Va a ser menos mediático que Juan Pablo II, pero será un papado muy espiritual”, comentaba un fiel desde el Vaticano.
“Puede hacer muchas cosas nuevas como Juan Pablo. El Espíritu Santo ha indicado que puede seguir con la linea de Juan Pablo y tenemos muchas esperanzas”, comentaba otro.
“Ha estado presente el espíritu santo y he rezado, desde luego, al igual que toda la Iglesia, para que sea acogido y escuchado”, remarcaba uno de los asistentes.