Biden se despide de Benedicto XVI en el libro de condolencias y destaca que fue una figura "generosa"

El presidente de EEUU tuvo la oportunidad de coincidir con Benedicto XVI en 2011, de la que recuerda "su significativa conversación"

BIden se despide de Benedicto XVI en el libro de condolencias y destaca que fue una figura "generosa"

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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El presidente de EEUU, Joe Biden, ha acudido este jueves 5 de enero a la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en Washington para firmar el libro de condolencias por la muerte del Papa emérito Benedicto XVI, cuya misa funeral se celebró horas antes en la plaza de San Pedro.

En una corta visita, donde saludó al nuncio apostólico americano, el arzobispo Christophe Pierre, Biden escribió un mensaje en el libro de condolencias para el cardenal Ratzinger. La visita de Biden a la Nunciatura tuvo lugar poco menos de una semana después de que el líder estadounidense emitiera un comunicado lamentando el fallecimiento de Benedicto XVI.

"Tuve el privilegio de pasar tiempo con el Papa Benedicto en el Vaticano en 2011 y siempre recordaré su generosidad y bienvenida, así como nuestra significativa conversación", apuntó el presidente, quien asegura profesar la fe católica, en un comunicado.

Benedicto XVI ya descansa en las grutas vaticanas

Los restos mortales de Benedicto XVI ya fueron trasladados hasta las grutas vaticanas, en la que fue la tumba de Juan Pablo II y también de Juan XXIII. El cuerpo del papa emérito descansa en un ataúd triple, el primero elaborado con madera de ciprés, el segundo de zinc y el tercero de roble, junto con algunos objetos personales, como las medallas acuñadas durante su pontificado o un pergamino con los hechos más destacados de su vida como la lucha contra los abusos sexuales.

La cripta donde está enterrado Papa Ratzinger fue la tumba de Juan Pablo II hasta su beatificación en 2011, cuando fue trasladado a la capilla de san Sebastián en la superficie de la basílica de san Pedro. Anteriormente, también fue la tumba que usó Juan XXIII hasta su beatificación en el año 2000.

Según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el rito privado por el que el primero de los féretros ha sido introducido en los otros dos y sellado, en el que solo estaban presentes su secretario personal, Georg Ganswein, y las cuatro Memores Domini - las religiosas del movimiento Comunión y Liberación que le han atendido estos últimos años de vida y no había cámaras ni periodistas - ha durado cerca de una hora y cincuenta minutos.

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