Así ha sido el momento en el que los nuevos purpurados españoles reciben "el birrete cardenalicio"
José Cobo, Ángel Artime y Francisco Javier Bustillo ya forman parte del colegio cardenalicio: En total, a partir de ahora, el colegio cardenalicio contará con 242 cardenales
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El Papa ha presidido este sábado 30 de septiembe, en la plaza de San Pedro, el consistorio en el que ha entregado la birreta púrpura, entre otros, a los españoles José Cobo, Ángel Artime y Francisco Javier Bustillo. Durante la ceremonia, los cardenales electos han recibido el anillo cardenalicio de manos del Papa y se les asigna a alguna iglesia titular o diaconía.
Tras la proclamación del Evangelio y la homilía del Papa, el Sumo Pontífice ha pronunciado la solemne fórmula de creación de los nuevos cardenales, que es la siguiente: “Queridos hermanos, estamos a punto para llevar a cabo una agradable y solemne tarea de nuestro ministerio sagrado. Principalmente se refiere a la Iglesia de Roma, pero también afecta a toda la comunidad eclesial: vamos a llamar a algunos de nuestros hermanos para entrar el Colegio Cardenalicio, para que, quedando unidos con un vínculo más cercano a la Sede de Pedro, se conviertan en miembros del clero de Roma, y cooperen más intensamente a nuestro servicio apostólico. Después de haber sido investidos con la sagrada púrpura, serán testigos valientes de Cristo y su Evangelio en la Ciudad de Roma y en regiones lejanas. Por lo tanto, por la autoridad del Todopoderoso Dios, de los santos Pedro y Pablo y nuestra Propia, creamos y solemnemente proclamamos Cardenales de la Santa Iglesia Romana estos hermanos nuestros ...” Y ha pronunciado el nombre de todos los nuevos cardenales y su título o diaconía.
Después ha tenido lugar la profesión de fe y el juramento de los nuevos cardenales con esta fórmula:
“Yo, N., Cardenal de la Santa Iglesia Romana, prometo y juro, de hoy en adelante y mientras yo viva, permanecer fiel a Cristo ya su Evangelio, constantemente obediente a la Santa Iglesia Apostólica Romana, al Sumo Pontífice Francisco y sus sucesores canónicamente elegidos; mantenerme siempre en comunión con la Iglesia Católica en mis palabras y en mis obras; no expresar ninguna de las cuestiones que me confíen para protegerse y cuya divulgación podría causar daño o deshonra a la Santa Iglesia; llevar a cabo con gran diligencia y fidelidad las tareas en las que necesite mi servicio la Iglesia, de acuerdo con las normas de la ley. Así me ayude Dios Todopoderoso.”
Después el Papa les ha impuesto el birrete cardenalicio y les entrega el anillo cardenalicio, colocándole en el dedo anular de la mano derecha. También reciben la bula de su creación y el otorgamiento del título o diaconía.
Al finalizar, han recibido un abrazo del Santo Padre que les ha deseado que la paz esté siempre con cada uno, a lo que el cardenal responde “Amén”.
Después de la ceremonia han tenido lugar las visitas de cortesía a los nuevos cardenales. Antiguamente se les denominaba visitas "de calor", es decir, de afecto, porque los cardenales reciben allí las felicitaciones de sus fieles.