El contundente mensaje del Papa a los jóvenes: "Nunca se sueña demasiado"

El Papa Francisco ha dado un discurso durante su encuentro interreligioso con los jóvenes en Macedonia 

El contundente mensaje del Papa a los jóvenes: "Nunca se sueña demasiado"

Javier González

Publicado el - Actualizado

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El Papa Francisco se ha reunido este martes 7 de mayo con los jóvenes en Skopje y les ha dejado un claro mensaje: "Nunca se sueña demasiado". El Santo Padre ha dado unas motivadoras palabras en el 'Encuentro ecuménico e interreligioso' en el marco de su viaje apostólico a Bulgaria y Macedonia del Norte.

"Quisiera deciros: nunca se sueña demasiado. Uno de los principales problemas de la actualidad y de tantos jóvenes es que han perdido la capacidad de soñar. Ni mucho ni poco, no sueñan; y cuando una persona no sueña, cuando un joven no sueña, ese espacio es ocupado por el lamento y la resignación."

"El mundo está cansado, el mundo está dividido y parece que es rentable dividirlo y dividirnos aún más; con cuánta fuerza pueden resonar las palabras del Señor: «Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios» (Mt 5,9). ¿Qué adrenalina mayor que la de empeñarse todos los días, con dedicación, en ser artesanos de sueños, artesanos de esperanza?"

"Pero al mismo tiempo tenemos que atrevernos a ser distintos, a mostrar otros sueños que este mundo no ofrece, a testimoniar la belleza de la generosidad, del servicio, de la pureza, de la fortaleza, del perdón, de la fidelidad a la propia vocación, de la oración, de la lucha por la justicia y el bien común, del amor a los pobres, de la amistad social."

Tampoco se ha olvidado de la santa natural de esas tierras, que ha estado presente durante toda su visita a Macedonia: "Pensad en Madre Teresa. Cuando vivía aquí no se imaginaba cómo sería su vida, pero no dejó de soñar y de esforzarse por descubrir siempre el rostro de su gran amor, Jesús, en todos aquellos que estaban al borde del camino. Ella soñó a lo grande y por eso también amó a lo grande."

"Al mismo tiempo, no hay que detenerse por inseguridad, no hay que tener miedo de apostar y de cometer errores. Sí hay que tener miedo a vivir paralizados, como muertos en vida, convertidos en seres que no viven porque no quieren arriesgar, porque no perseveran en sus empeños o porque tienen temor a equivocarse."

Muy conectados y poco involucrados

Pero el Pontífice no ha hablado solo de esos 'sueños' a los que debemos aspirar: "En los años que tengo —y no son pocos—, ¿sabéis cuál es la mejor lección que he visto y conocido a lo largo de mi vida? El “cara a cara”. Hemos entrado en la era de las conexiones, pero poco sabemos de comunicaciones. Muy conectados y poco involucrados los unos con los otros. Porque involucrarse pide la vida, exige estar y compartir momentos buenos… y no tan buenos."

Hablad con los ancianos para crecer

"Amigos, dedicad tiempo a vuestros ancianos, a vuestros mayores, escuchad sus largas narraciones, que a veces parecen fantasiosas, pero que, en realidad, están llenas de experiencias valiosas, de símbolos elocuentes y sabiduría oculta que hay que descubrir y valorar. Hablad con los ancianos para crecer."

Al final de su discurso, Francisco ha dejado un momento emocionante, en el que ha aludido directamente a una mujer embarazada que estaba en las primeras filas del público: "Nadie ha pensado en las noches que no va a dormir. Esta mujer ha arriesgado para traer a un niño al mundo. Porque ella siente la fuerza de las raíces para llevar adelante la vida, la historia y al pueblo. Terminemos con un aplauso a todas las mujeres que llevan adelante la historia de este pueblo."

Antes de terminar, el Santo Padre ha rezado una oración junto a los jóvenes de la Madre Teresa de Calcuta -natural de la ciudad de Skopje, donde se ha producido el encuentro-:

"Señor, ¿quieres mis manos para ayudar hoy a los pobres y enfermos que lo necesitan? Señor, hoy te ofrezco mis manos. Señor, ¿quieres mis pies para que me lleven hoy a quienes necesitan un amigo? Señor, hoy te ofrezco mis pies. Señor, ¿quieres mi voz para que hable hoy con los que necesitan tu palabra de amor? Señor, hoy te ofrezco mi voz. Señor, ¿quieres mi corazón para que ame a todos, sin excepción? Señor, hoy te ofrezco mi corazón."

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