Nace en el Vaticano el proyecto 'Trabajo para todos': "Será una gran operación de escucha y de compartir"

El tema de las 55ª Jornada Mundial de la Paz que se celebra el próximo 1 de enero es: “Diálogo entre generaciones, educación y trabajo: herramientas para construir una paz duradera”.

En la presentación del mensaje del Santo Padre, el card. Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, ha vinculado los versículos de la Biblia con la situación actual y ha recordado la falta de “voluntad política para tomar medidas necesaria para responder a las crisis climáticas, las pandemias y las desigualdades económicas que amenazan la vida”. El objetivo es promover una “cultura del encuentro”, que “requiere colocar a la persona humana, que goza de la máxima dignidad y respeto por el bien común en el centro de toda actividad política, social y económica”.

El proyecto "Trabajo para todos"

La hermana Alessandra Smerilli, secretaria ad interim del Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, ha destacado el dolor de quienes sufren los conflictos, “hombre y mujeres 'desfigurados' en su apariencia y dignidad”. La hermana ha destacado el trabajo de los jóvenes que luchan por salvar al planeta “de este absurdo conflicto que nuestro sistema económico ha declarado al medio ambiente”.

El trabajo “está cada vez más al centro de la cuestión social” y por eso, a través de la Comisión Covid-19 se ha puesto en marcha un proyecto titulado “Trabajo para todos”: "Será una gran operación de escucha – ha dicho la hermana Smerilli - de todos los que, en distintos lugares, buscan soluciones creativas a los problemas del trabajo. Escuchar, discernir y compartir, creando las condiciones – ha explicado - para que suceda algo nuevo”.

Entender el fenómeno migratorio

El padre Fabio Baggio, subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, se ha centrado en las tres áreas que componen el tema del Mensaje del Papa, subrayando, sin embargo, que "los gobernantes que piensan que pueden resolver los problemas con los conflictos armados pertenecen al pasado, no al futuro”.

La paz debe construirse siguiendo "una arquitectura adaptada a los desafíos contemporáneos, que asegure su amplitud y solidez". Importante, subraya el padre Baggio, es "la comunicación sincera, fecunda y generadora entre las viejas y las nuevas generaciones", como lo demuestran la segunda y la tercera generación de migrantes "cuyas habilidades para el diálogo intercultural se convierten en el motor de los procesos de integración verdadera y efectiva".

Luego la educación, "enseñanza que genera cultura y asegura la libertad y la responsabilidad", y finalmente el trabajo, cuya centralidad es fundamental para comprender el fenómeno migratorio.