El Papa Francisco ofrece ayuda económica a las familias numerosas de la Gobernación del Estado Vaticano
Se trata de una iniciativa del Santo Padre, que también ha decidido ampliar el permiso parental retribuido por el nacimiento de un hijo
El Papa Francisco ha destacado en varias ocasiones la importancia de las familias numerosas como un "tesoro" para la sociedad
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A petición personal del Papa Francisco, desde el 1 de enero de 2025, las familias de los empleados permanentes de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano con tres o más hijos recibirán un bono mensual de 300 euros.
Se trata de una iniciativa del Santo Padre para ayudar a las familias numerosas de las personas que trabajan en el Estado Vaticano y a la que se ha procedido de forma inmediata, como ya comunicó el mismo Pontífice el pasado mes de diciembre al cardenal Fernando Vérgez Alzaga y a sor Raffaella Petrini, Presidente y Secretaria general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, respectivamente.
Según el comunicado de la Gobernación, la suma de las ayudas se concede hasta que los hijos cumplan los 18 años o, en su caso, hasta la finalización del ciclo ordinario de estudios, siempre que se presente un certificado de inscripción emitido por la escuela secundaria superior o la universidad, y en cualquier caso, no más allá de los 24 años de edad.
Además, explica la nota, el Papa ha decidido ampliar el permiso parental de los actuales tres días a cinco. En concreto, los tres días de permiso remunerado otorgados por el nacimiento de un hijo, aplicables también al padre adoptivo o de acogida, se extienden a cinco.
La importancia de la familia numerosa
El Papa Francisco ha destacado en varias ocasiones la importancia de las familias numerosas como un "tesoro" para la sociedad, al fomentar valores fundamentales como la generosidad, la cohesión y el compartir. Además de aliviar las dificultades económicas que enfrentan, estas familias contribuyen a transmitir principios esenciales para el bienestar.
Con este mensaje, el Papa invita a las instituciones a reconocer el papel crucial de las familias como el núcleo de la sociedad y a promover políticas que favorezcan el bienestar y desarrollo integral de sus miembros. En un contexto global marcado por la baja natalidad y los retos económicos, las acciones del Vaticano sirven como un ejemplo para otros gobiernos y organizaciones, instándolos a fortalecer el tejido familiar para construir una sociedad más justa y solidaria.