El Papa Francisco reclama una Iglesia inclusiva, compasiva y con mayor responsabilidad de los laicos

En la apertura de los trabajos sinodales, el Pontífice pide a los participantes humildad y renovación: "La humildad nos permite mirar al mundo reconociendo que no somos mejores que los demás"

Redacción Religión

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Humildad y renovación: es lo que ha pedido el Papa Francisco a los participantes de la segunda sesión del Sínodo, cuyos trabajos han arrancado en la tarde de este miércoles, 2 de octubre: "La humildad nos permite mirar al mundo reconociendo que no somos mejores que los demás", ha avisado el Pontífice, sentado junto al resto de participantes en el Aula Pablo VI del Vaticano.

En esta jornada inaugural, Jorge Mario Bergoglio ha vuelto a abogar por una Iglesia en la que "todos tienen cabida”. "Dios acoge a todos siempre y a todos ofrece nuevas posibilidades de vida, hasta el último momento. Es por esto que nosotros debemos perdonar a todos siempre, conscientes de que la disposición a perdonar nace de la experiencia de haber sido perdonados", ha subrayado.

A su vez, el Santo Padre ha reclamado una Iglesia compasiva, ya que su juicio todo aquel que “se declara cristiano y no entre en la gratitud y la misericordia de Dios es simplemente un ateo disfrazado de cristiano", ha zanjado.

El Papa explica por qué ha integrado a los laicos en la asamblea sinodal

Por otro lado, Francisco ha defendido su decisión de integrar a laicos en esta asamblea alegando que un obispo "no puede vivir su servicio" si no está entre su pueblo y para evitar dos "peligros": que el prelado se aleje de la relación con los fieles y que se "rompa la comunión" por la contraposición entre jerarquía eclesiástica y los creyentes.

El Papa además considera que "se deberán individuar, en tiempos adecuados, distintas formas de ejercicio 'colegial' y 'sinodal' del ministerio episcopal" en toda la Iglesia, aunque "siempre respetando el depósito de la fe y la tradición".

"Nunca el obispo, como tampoco ningún cristiano, puede pensar en sí mismo sin el otro", ha expresado el Pontífice, para después llamar a los miembros del Sínodo a "caminar juntos" en un proceso que "acoja los signos de los tiempos".

Esta segunda sesión de reuniones terminará el 27 de octubre con un documento final y se cree que difícilmente se tomará una postura sobre los temas que suscitan mayor división, como el celibato, el diaconado femenino o la acogida de personas de diferentes orientaciones sexuales.

Una vez concluya el Sínodo de la Sinodalidad, se espera que el Papa publique una exhortación apostólica con las conclusiones, antes de junio de 2025.