El Papa reclama la acogida de los migrantes y denuncia a quienes asisten con "ojos indiferentes" la pérdida "de vidas humanas"

Durante la audiencia con los misioneros de la congregación de San Carlo en el Vaticano, Francisco vuelve a clamar por la integración de los migrantes en un contexto de 'invierno demográfico' que asola Europa

Papa Francisco migrantes

Redacción Religión

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El Papa Francisco vuelve a clamar por la integración de los migrantes en un contexto de 'invierno demográfico' que asola Europa. Una petición que ha realizado el Pontífice durante la audiencia con los misioneros de la congregación de San Carlo en el Vaticano.

 

"Italia no tiene hijos, no hace hijos. La edad media es de 46 años. Italia necesita migrantes y debe acogerlos, acompañarlos, promoverlos e integrarlos. Debemos decir esta verdad", ha advertido Jorge Mario Bergoglio ante los participantes del XVI Capítulo General de esta congregación de misioneros, los conocidos como 'Scalabrianos'.

El Papa ha sostenido que "los migrantes son maestros de esperanza" poniéndose de ejemplo así mismo, recordando que procede de inmigrantes italianos que llegaron a Argentina: "En casa siempre vivimos ese sentido de ir a 'hacer las Américas' para progresar y seguir adelante", ha rememorado.

El Sucesor de Pedro ha subrayado que las personas migrantes, con un apoyo apropiado, “puede convertirse en un crecimiento para todos", mientras que si "vive en la soledad o el abandono puede degenerar en dramas de desarraigo existencial y crisis de valores que pueden derivar en la pérdida de la fe y la desesperación", ha recalcado.

"Las injusticias y la violencia por la que pasan muchos de nuestros hermanos y hermanas, despojados de sus casas, son a menudo tan inhumanos que pueden arrastrar también a los más fuertes a un oscuro malestar y resignación", ha denunciado el Pontífice.

"se pierden muchas vidas humanas ante los ojos indiferentes" 

Francisco ha llamado a ser "caritativos" con los migrantes porque, alegó, "lamentablemente también en nuestros días quien parte lo hace a menudo por causas trágicas e injustas desigualdades de oportunidades, democracia o futuro y guerras que afligen al planeta".

A esto, alerta el Santo Padre, se suma el cierre y la hostilidad de los países ricos que ven a quienes llaman a la puerta como una amenaza a su propio malestar: “Esto lo vemos también aquí: es un escándalo que, para la recogida de la manzana en el norte, hagan venir a migrantes del centro de Europa y después los echan. Los usan para recoger manzanas y después fuera. Esto hoy”, ha cuestionado.

El Papa también ha criticado que "en el dramático encuentro entre los intereses de quienes protegen su propia prosperidad y la lucha de quienes tratan de sobrevivir huyendo del hambre y de las persecuciones, se pierden muchas vidas humanas ante los ojos indiferentes de quienes se limitan a ver el espectáculo. O peor, ante quienes especulan a costa de los que sufren", ha concluido.