El recuerdo del Papa Francisco a Teresa de Calcuta 27 años después de su muerte: "Incansablemente cuidó a los más pobres"
El Pontífice argentino llama a los cristianos a seguir el ejemplo de la santa: "Aunque no tengas nada que cosechar, no te canses nunca de sembrar”
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El Papa Francisco ha recordado a Santa Teresa de Calcuta cuando se cumplen 27 años de su muerte este jueves, 5 de septiembre. Lo ha hecho durante su homilía en el estadio de Yakarta 'Gelora Bung Karno', donde el Santo Padre ha presidido la Santa Misa en su último día en el país indonesio.
El Pontífice ha destacado de la santa albanesa como una mujer que “incansablemente cuidó a los más pobres y se hizo promotora de la paz y del diálogo”, haciendo alusión a una de las frases más célebres de la fundadora de las Misioneras de la Caridad: “Cuando no tengamos nada que dar, demos ese nada. Y recuerda: aunque no tengas nada que cosechar, no te canses nunca de sembrar”.
Una frase que el obispo de Roma ha aprovechado para pedir a los católicos no cansarse nunca “de sembrar, no se cansen de zarpar y echar las redes, no se cansen de soñar y de seguir construyendo una civilización de paz”.
Santa Teresa de Calcuta
Nacida en Macedonia en 1910, su nombre original fue Inés. Es la menor de una familia numerosa.
El padre muere y la madre se tiene que encargar de la educación de los hijos. De muy niña recibe la Primera Comunión y la Confirmación. Se nota el apoyo de la comunidad parroquial a la que pertenece. En ella madura su fe. Esa madurez le hace descubrir que el Señor quiere una consagración.
Ella dice que “sí” y se va a Irlanda. Allí están las Hermanas de Loreto cuya vocación es educativa. En la toma de hábito se cambia el nombre por el de María Teresa. En ese momento hacen falta religiosas que vayan a La India y ella se ofrece para ir a Calcuta. Entonces surge la segunda llamada porque ella misma dirá que en Calcuta Dios la esperaba.
En sus ratos por la calle descubre la miseria de aquellas gentes. Entonces siente que hay que hacer algo desde lo que le pide la Providencia. Todo el mundo reparaba en el carácter alegre y dinámico de ella. Ese dinamismo le hace fundar las Misioneras de la Caridad. Su carisma es atender a los más pobres entre los pobres.
Gran devota del Señor siempre asegura que desde que pusieron todos los días un rato de Adoración al Santísimo aumentaron las vocaciones. Incluso su nombre originario viene del latín que significa “cordero”. Grande fue también su amor La Virgen. De hecho, puso en su hábito un ribete azul en alusión a María Inmaculada.