Francisco pide a las religiones "ofrecer al mundo la armonía": "No confundir credo y violencia"

El Santo Padre se ha reunido con los líderes de las once religiones presentes en Mongolia: "El hecho de estar juntos en el mismo lugar ya es un mensaje"

Santiago Tedeschi Prades

Publicado el - Actualizado

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El encuentro ecuménico e interreligioso de este domingo era uno de los más esperados del 43º Viaje Apostólico del Papa Francisco a Mongolia. El diálogo interreligioso ha sido siempre una de las claves de este pontificado y ha demostrado ser clave para fomentar la libertad religiosa y permitir la expansión del catolicismo.

En este importante encuentro han participado representantes del chamanismo, el sintoísmo, el budismo, el islam, el judaísmo, el hinduismo y otras confesiones junto a observadores gubernamentales y miembros del mundo universitario.

Once líderes de las regiones presentes en Mongolia enviaron su saludo al Papa en el Encuentro Ecuménico que tuvo lugar en el Teatro Hun de Ulán Bator, presentado por el líder de los budistas mongoles

Ante todos ellos, Francisco ha pronunciado su tercer discurso en tierras mongolas y se ha dirigido como “un hermano en la fe de los creyentes en Cristo y como hermano de todos ustedes, en nombre la común búsqueda religiosa y de la pertenencia a la misma humanidad […] en su anhelo religioso, puede ser paragonada a una comunidad de peregrinos que camina en la tierra con la mirada puesta en el cielo”.

Pope Francis visits Mongolia

Ulaanbaatar (Mongolia), 03/09/2023.- Pope Francis (R) attends an ecumenical and interreligious meeting in the Hun Theatre in Ulaanbataar, Mongolia, 03 September 2023. (Papa) EFE/EPA/CIRO FUSCO

Reflexionando sobre el cielo de estas tierras, “tan claro y azul”, Francisco ha destacado que “Mongolia nos recuerda la necesidad que tenemos todos nosotros, peregrinos y viajeros, de elevar la mirada hacia lo alto para encontrar la ruta del camino en la tierra”.

“El hecho de estar juntos en el mismo lugar ya es un mensaje. Las tradiciones religiosas, en su originalidad y diversidad, comportan un formidable potencial de bien al servicio de la sociedad. Si quien tiene la responsabilidad de las naciones eligiera el camino del encuentro y del diálogo con los demás, contribuiría de manera determinante a poner fin a los conflictos que siguen causando sufrimiento a tantos pueblos”, ha subrayado Bergoglio en su tercer discurso.

Una de las palabras clave ha sido “armonía”: “Esta se refiere a la relación particular que se crea entre realidades diferentes, sin superponerlas ni homologarlas, sino respetando las diferencias y en beneficio de la convivencia. Me pregunto: ¿quién, con más razón que los creyentes, está llamado a trabajar por la armonía de todos?”. Y entonces Francisco ha añadido: “Cada religión tiene que “medirse” en base al altruismo; no a un altruismo abstracto, sino concreto, que se traduzca en la búsqueda del otro y en la colaboración generosa con el otro”.

Por el contrario, el contrario de armonía es la cerrazón, el fundamentalismo o la coerción ideológica que “arruinan la fraternidad, alimentan tensiones y ponen en peligro la paz. La belleza de la vida es fruto de la armonía; es comunitaria, se acrecienta con la amabilidad, con la escucha y con la humildad”.

Pope Francis visits Mongolia

Ulaanbaatar (Mongolia), 03/09/2023.- Pope Francis (R) attends an ecumenical and interreligious meeting in the Hun Theatre in Ulaanbataar, Mongolia, 03 September 2023. (Papa) EFE/EPA/CIRO FUSCO

Al reunirse todas las religiones juntas, Francisco ha pedido a todos a comprometerse “a compartir todo ese bien que hemos recibido, para enriquecer a una humanidad que, en su caminar, a menudo se encuentra desorientada por miopes búsquedas de lucro y bienestar; y a menudo también es incapaz de volver a encontrar el hilo conductor. Volviendo así su mirada sólo a intereses terrenos, acaba arruinando la misma tierra, confundiendo el progreso con el retroceso, como lo muestran tantas injusticias, tantos conflictos, tantas devastaciones ambientales, tantas persecuciones, tanto descarte de la vida humana”.

Francisco ha citado diez aspectos del patrimonio sapiencial que alberga Mongolia: la buena relación con la tradición, el respeto por los ancianos y los antepasados, el cuidado por el ambiente, el valor del silencio y de la vida interior, un sano sentido de frugalidad, el valor de la acogida, la capacidad de resistir al apego a las cosas, la solidaridad, el aprecio por la sencillez y, por último, un cierto pragmatismo existencial.

El Papa, como ya hizo ayer en su primer discurso, ha vuelto a reflexionar sobre las “ger”, lugar de “convivencia amistosa, de encuentro y de diálogo”: “Se la encuentra siempre abierta, preparada para acoger al amigo, pero también al viajero e incluso al extranjero, para ofrecerles un té caliente que permita recobrar fuerzas en el frío invierno o una fresca leche fermentada que alivie las calurosas jornadas veraniegas”.

Asimismo, Francisco ha pedido a los representantes de todas las religiones “que no haya ninguna confusión entre credo y violencia, entre sacralidad e imposición, entre camino religioso y sectarismo. Que la memoria de los sufrimientos padecidos en el pasado nos dé la fuerza para transformar las heridas sombrías en fuentes de luz, la ignorancia de la violencia en sabiduría de vida, el mal que arruina en bien que construye”.

En este sentido, Francisco ha confirmado ante los líderes de las demás religiones que “la Iglesia católica desea caminar así, creyendo firmemente en el diálogo ecuménico, interreligioso y cultural”.

Al final de su tercer discurso en Ulán Bator, el Papa ha vuelto a subrayar que “encontrarnos hoy aquí es un signo de que esperar es posible. En un mundo lastimado por luchas y discordias, eso podría parecer utópico; sin embargo, los proyectos más grandes comienzan en lo escondido, con dimensiones casi imperceptibles”.

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