El Papa valora la contribución de los católicos chinos a la "convivencia social" mediante la caridad
Pese a que el Vaticano y China no tienen relaciones diplomáticas desde 1951, en 2018 ambas partes firmaron un acuerdo histórico para la elección consensuada de obispos
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El Papa Francisco ha valorado la contribución a "la armonía y la convivencia social" de los católicos de China, en medio de un lento acercamiento entre la Santa Sede y Pekín, sin relaciones diplomáticas desde 1951, tras el ascenso de Mao Zedong.
"Los católicos chinos, en comunión con el obispo de Roma, caminan en el tiempo presente. En el contexto en que viven, testimonian su propia fe también con obras de misericordia y caridad, y con su ejemplo contribuyen de forma real a la armonía y la convivencia social, a la edificación de la casa común", ha expresado el Pontífice en un vídeo durante la convención por el centenario del Concilio de Shanghái.
Pese a que los católicos chinos se han dividido en la Iglesia patriótica, controlada por el Estado, y la clandestina, leal al obispo de Roma, el 22 de septiembre de 2018 ambas partes firmaron un acuerdo histórico, renovado ya en dos ocasiones, para la elección consensuada de los obispos, que Pekín siempre vio como una injerencia externa.
No obstante la ejecución de ese pacto sufrió un traspiés en abril de 2023 cuando las autoridades chinas anunciaron el nombramiento del nuevo obispo para Shanghái, la mayor diócesis católica del país de forma unilateral.
Los acercamientos del Papa Francisco a China
En los últimos años se han producido también señales de un leve acercamiento. En 2014 Francisco fue el primer obispo de Roma en sobrevolar el espacio aéreo chino en su viaje a Corea del Sur y envió un telegrama con sus "mejores deseos" al presidente Xi Jinping.
Asimismo Jorge Mario Bergoglio envió a Pekín al cardenal italiano Matteo Zuppi en busca de apoyos que permitan la paz en Ucrania tras la invasión rusa.
En septiembre de 2023, a su regreso de un viaje apostólico a Mongolia, Francisco apostó por trabajar para que "los ciudadanos chinos no piensen que la Iglesia no acepta su cultura o valores o que depende de otra potencia extranjera".
Este martes, al recordar el primer concilio de los católicos chinos hace un siglo, el Papa ha subrayado que "el camino de la Iglesia a lo largo de la historia pasó y pasa por vías imprevistas, así como por tiempos de paciencia y de prueba".