El Papa condena una vez más la eutanasia y el suicidio asistido: "Son parte de la cultura del descarte"
Francisco, recibiendo a una delegación de administradores públicos franceses, ha afirmado que no se puede pedir a "los sanitarios que maten a sus pacientes"
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El Papa ha arremetido este viernes contra eutanasia y el suicidio asistido al señalar que no se puede pedir a los "sanitarios que maten a sus pacientes" y condenar que se justifiquen las razones para llevar a cabo estas prácticas que ponen fin a la vida.
"El personal sanitario, por naturaleza, tiene la vocación de cuidar y aliviar, ya que no siempre pueden curar, ¡pero no podemos pedir a los sanitarios que maten a sus pacientes! – ha exclamado el Papa --. Si matamos con justificaciones, acabaremos matando más y más. Me atrevo a esperar que, en cuestiones tan esenciales, el debate pueda celebrarse en verdad para acompañar la vida hasta su fin natural".
Francisco ha recibido en el Palacio Apostólico a una delegación de administradores públicos franceses, acompañados por el arzobispo de Cambrai, Vincent Dollmann. Así, ha denunciado que bajo la justificación de esto hay "una progresión geométrica". Por ello, ha instado a tener "un debate de verdad" para acompañar la vida hasta su fin natural y no quedar atrapado en esta "cultura del descarte que está por todas partes"
De este modo, el obispo de Roma ha señalado que la eutanasia o el suicidio asistido son parte del programa de "la cultura del descarte" que "descarta" lo que no se necesita.
Además, el Papa ha señalado que el método democrático y representativo debería permitir poner en conocimiento de las más altas autoridades "las aspiraciones y necesidades reales de la población" sin que medien "la ideología o la presión mediática". "La ideología y la presión mediática arruinan la realidad: las ideologías porque la destilan y la hacen perder su magnitud; y la presión de los medios de comunicación porque conducen a "amañarla" y hacerla dejarla autenticidad en su expresión", ha destacado Francisco.
Por otro lado, el Papa se ha referido a la labor social de la Iglesia en la integración de los inmigrantes al destacar que deben ser acogidos, acompañados, promovidos e integrados. "No dejar al emigrante sin integrar, porque esto es un peligro. Los cuatro pasos: acogida, acompañamiento, promoción e integración", ha aseverado.
Finalmente, ha instado a que la sociedad no deje a nadie atrás y se ha referido a los migrantes, a los ancianos y a los enfermos: "Su mayor pobreza es, sin duda, la exclusión y la consiguiente soledad".