El Papa Francisco pide a la Inmaculada "la paz para el pueblo de Ucrania, Palestina e Israel"

El Papa Francisco ha anunciado que el 25 y 26 de mayo se celebrará en Roma la Primera Jornada Mundial de los Niños. Una iniciativa que ha sido impulsada por el Dicasterio para la Cultura y Educación, con el objetivo de reflexionar sobre “el mundo que dejaremos a los niños y cómo ocuparnos de ellos”, ha comunicado el Santo Padre en el ángelus de este viernes, 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción.

Asimismo, el Pontífice argentino ha confirmado que a las 15.30h acudirá a la basílica Santa María la Mayor y luego a la Plaza de España en Roma para venerar a la Virgen. El Sucesor de Pedro ha pedido “a todos los fieles que se unan espiritualmente a mí para venerar a nuestra madre”, en la que Francisco pedirá por la paz “en Ucrania, Palestina y en Israel”, así como por “todas las personas heridas por la guerra”.

El Papa regalará a la patrona de Roma una Rosa de Oro

El Papa Francisco regalará a la Patrona de Roma, la Virgen Salus Populi Romani una Rosa de Oro en la basílica Santa María la Mayor de la Ciudad Eterna, hasta donde se dirigirá este viernes, 8 de diciembre, a las 15.30h, minutos antes de dirigirse a la Plaza de España para rezar a la Inmaculada.

Este gesto de entregar una Rosa de Oro se remonta a la Edad Media, cuando se depositaba en monasterios, iglesias o imágenes a los pies de una Virgen para reconocer la devoción que se les tiene. El gesto que realizará este viernes Francisco no se repetía desde hace 400 años, cuando los papas Julio III y Pablo V regalaron en Santa María la Mayor esta Rosa de Oro a la patrona de la capital italiana.

Para el Pontífice argentino, esta basílica tiene un significado especial, ya que es el lugar que visitó la mañana siguiente de ser elegido Sucesor de Pedro, el 14 de marzo de 2013, para encomendar su ministerio petrino ante el icono de María Salus Populi Romani, protectora del pueblo romano.

De hecho, el Papa Francisco visita Santa María la Mayor, una de las cuatro basílicas papales, antes y después de cada viaje apostólico como parte de una tradición y un gesto de profunda devoción.