Un trébol para el camino

No perdamos la calma, porque el Señor, aunque nos parezca que duerme, se ocupa de la barca de su Iglesia. Nosotros, hagamos sencillamente nuestra parte

Un trébol para el camino

José Luis Restán

Publicado el - Actualizado

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Tres cosas viene señalando el Papa Francisco, en plena continuidad con sus predecesores, necesarias para que la Iglesia se renueve, camine y realice su misión en el mundo: el asombro y la adoración; la escucha del Espíritu Santo, y la primacía del conjunto, de la totalidad católica.

Asombro y adoración: porque nunca podemos dar por supuesta la fe, aunque llevemos toda la vida.Frente a Jesucristo presente no puede sino surgir el asombro, la gratitud, la adoración. De lo contrario, es que la fe se ha reducido a costumbre o, peor aún, se ha convertido en ideología.

Escucha del Espíritu Santo: porque Él es el alma de la Iglesia, su sustento, su única fuerza. Sin esa escucha disponible y abierta, proyectamos sobre la Iglesia nuestras imágenes y nuestros planes. La verdadera reforma ha venido siempre de lo que el Espíritu Santo ha suscitado en los santos, no de los discursos de los supuestos reformadores.

Y la primacía del conjunto, de la Iglesia que es “Católica”, que tiene una forma establecida por el Señor, y cuya unidad y fidelidad al origen está garantizada, en última instancia, por el Sucesor de Pedro. Cuando no se reconoce esta primacía lo que se hace es romper y disolver.

Por lo demás, no perdamos la calma, porque el Señor, aunque nos parezca que duerme, se ocupa de la barca de su Iglesia. Nosotros, hagamos sencillamente nuestra parte.