'Madre Catalina', una mujer adelantada a su tiempo

Catalina de María Rodríguez nació en 1823, y le tocó vivir el siglo XIX, una época de profundas inestabilidades en su país, Argentina. Huérfana de padres desde muy pequeña, la criaron sus tías abuelas a través de quienes bebió la espiritualidad jesuita, que estaría muy presente a lo largo de su vida.

A los 17 años, tras realizar sus primeros ejercicios espirituales, recibió la llamada del Señor. Pero en esa época, en Argentina, los únicos monasterios femeninos que había eran de clausura. Y Catalina, según sus propias palabras, “no tenía espíritu para esos conventos”.

Pasaron los años y Catalina seguía asistiendo a los Ejercicios Espirituales, hasta que a los 27 años contrae matrimonio con el coronel Manuel Zavalía, que era viudo y tenía 2 hijos.

En 1865, 13 años después, el coronel fallece y renace en Catalina su primera vocación. Lo que conmueve a Catalina es la situación precaria que vivían las mujeres de la época, y piensa para ellas un plan de vida.

Escucha la entrevista a Marta Gómez-Martinho sobre 'Madre Catalina' en 'El Espejo'

Plan en el que se involucra. Es importante destacar que, en la época, se calificaba como “mujeres” a las prostitutas, esclavas, mulatas... y se identificaba como “señoras” (casadas o no) a las mujeres que por apellido, esposo o posición económica eran reconocidas socialmente. Catalina propone que las “señoras” sean instrumentos de Dios para que esas “mujeres” salgan de la situación que no han elegido, catequizándolas, enseñándoles a trabajar y viviendo con ellas.

Es así como nace, en 1872, la primera Congregación religiosa de Vida Apostólica de Argentina: las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús.

Catalina falleció en 1896, pero dejó tras de sí una impronta representada por las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, que continúan llevando su testimonio por todo el mundo.

Esta mujer fue una laica comprometida, una buena esposa y madre de familia, una religiosa fiel... En suma, una peregrina en busca de la voluntad y la gloria de Dios. Una mujer transgresora en su época, porque invitó a cambiar costumbres, paradigmas, normas...

La vida de 'Madre Catalina' podría resumirse diciendo que la movieron dos pasiones: la pasión por el Corazón de Jesús y la pasión por la Humanidad.