Mons. Garachana: “El problema político no merece ni siquiera la muerte de una persona”

El presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras, el misionero Ángel Garachana CMF, (Barbadillo de Herreros, Burgos, 1944) observa desde su sede episcopal de San Pedro Sula -sufragánea de la archidiócesis metropolitana de Tegucigalpa regida por el cardenal Maradiaga- todos los acontecimientos que está sufriendo el país centroamericano desde la celebración de las últimas elecciones el pasado 26 de noviembre. Unos comicios que arrojaron unos resultados que la oposición no ha aceptado y que han conducido a una espiral de violencia en las calles.

"Lo que hemos denunciado es esa violencia completamente descontrolada"

Por eso, monseñor Garachana ha asegurado que hay que aprovechar la situación de crisis para afianzar el estado de derecho en Honduras y detener el empobrecimiento de la población. “Es muy importante cómo la sociedad o las personas reaccionan ante la crisis. La situación que está viviendo Honduras depende en gran medida de nosotros, de cómo reaccionemos a ella” afirma el obispo de San Pedro Sula, que apunta que “si realmente esto es ocasión de diálogo, de afrontar los problemas juntos, de superar tensiones... Es una oportunidad”.

Los obispos de Honduras también han denunciado los episodios de violencia que han acompañado a las protestas por el resultado de las elecciones. Monseñor Garachana asegura que desde los días previos a Navidad ha cesado la violencia, aunque las protestas que se han venido sucediendo desde el pasado 26 de noviembre hasta entonces han dejado un reguero de muertos.

"El trabajo más importante de la Iglesia en Honduras es el que se realiza día a día"

“Lo que hemos denunciado es esa violencia completamente descontrolada” señala el misionero claretiano, aunque también tiene un reproche para los Cuerpos de Seguridad de Honduras: “El uso de una fuerza desproporcionada o de las armas debe hacerse conforme a unas leyes internacionales de respeto y, sin embargo, estamos comprobando que ha habido muertos en las manifestaciones. El problema político no merece ni siquiera la muerte de una persona y es una responsabilidad del Estado”.

Sobre la tarea que realiza la Iglesia en Honduras, monseñor Garachana ha recordado que, aunque lo que llega a España son los mensajes que los obispos han escrito recientemente con motivo de la inestabilidad, “el trabajo más importante es el que se realiza día a día desde las comunidades eclesiales de base, desde los grupos en colonias, barrios, aldeas... Es un trabajo de cercanía con el Pueblo de Dios”. “Es un aspecto muy importante” prosigue el obispo de San Pedro Sula, “porque desde esa cercanía la gente ve cómo nos apoyamos. Juntamente con esa cercanía, está la implicación de todos en la construcción de esta Iglesia Pueblo de Dios y en la construcción de una sociedad en paz y en armonía”.