María conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazón

Inauguramos un año nuevo, otro año más que el Señor nos regala en su día y nos lo regala así, con una gran solemnidad, la solemnidad de María, cortejándola y celebrándola como Madre de Dios. Así quiere la Iglesia que celebremos esta fiesta, y nos felicita así el año, y así también nos dice que a través de esta solemnidad comencemos el Día Mundial de la Paz. Quiere que seamos constructores de paz, una paz que nace del encuentro, de la presencia amorosa de María, que es la Reina de la paz, la Estrella de la mañana que nos guía en nuestro camino. Vamos a escuchar el texto de Lucas, capítulo 2, versículo 16-21 y a través de este texto entremos en el encuentro profundo con Jesús: