La gente te acepta y a veces cuesta un poco adaptarse a ellos

Redacción Religión

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P. Santiago García Ríos:

Yo no sé si me añade algo o más bien añado yo a los demás. Sí que hay el afecto de la gente sencilla, porque a los padres nos aceptan, nos quieren, nos tratan con cariño, también nos llaman la atención a veces, cuando hace falta. No sabría más que decir. Pero también cuesta adaptarse un poco a ellos.