Exposición "Silens nox" del artista español Alejandro Mañas en Panamá

Exposición "Silens nox" del artista español Alejandro Mañas en Panamá

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Exposición "Silens nox" del artista español Alejandro Mañas que versa sobre la Noche Oscura de San Juan de la Cruz, la muestra está organizada por el Comité Arquidiocesano Amigos Iglesias Casco Antiguo, que fue inaugurada por su presidente junto a Olga Sinclair y el Embajador de España en Panamá, Ramón Santos en la Sala de San Francisco de Asís del Casco Antiguo.

Título de la exposición: Silens nox

Autor: Alejandro Mañas

Comisaria: Olga Sinclair

Sala de exposiciones: Sala de Exposiciones de San Francisco de Asís, Casco Antiguo de Panamá

Organiza: Comité Arquidiocesano Amigos Iglesias Casco Antiguo de Panamá

Colaboran: Galería Collblanc y Universitat Politècnica de València

Inauguran: Embajador de España en Panamá y el Presidente del Comité Arquidiocesano Amigos Iglesias Casco Antiguo de Panamá junto a Olga Sinclair

Fechas: del 2018/07/16 al 16/08/31

Lugar: Ciudad de Panamá

La exposición se encuentra en la Sala de Exposiciones de San Francisco de Asís (Calle 3 | Casco Viejo, Ciudad de Panamá) que podrá visitarse hasta el 31 de agosto, e inaugurada por Ricardo Gago junto a Olga Sinclair y Ramón Santos (Embajador de España en Panamá). Sala que se ha abierto por primera vez para albergar actividades culturales como exposiciones para la ciudad de Panamá.

En palabras de la Doctora en Historia del Arte Irene Ballester Buigues: el trabajo de Alejandro Mañas supone una apertura experimental desde la oscuridad para encontrar la luz por la escala secreta revelada por San Juan de la Cruz en sus escritos, aquello que el artista metafóricamente denomina como una puerta por la que nos tenemos que aventurar, aquella que se nos abre hacia el interior más profundo, hacia nuestra alma, hacia nuestro ser. Por ello, sus obras evocan el color negro para encontrarnos con otra dimensión, quizás el cosmos, quizás la nada? Una experiencia de búsqueda de lo absoluto, de la que los místicos nos han enseñado a percibir sus mensajes. Un camino que nos propicia una obra abierta, susceptible de múltiples lecturas, de visiones desiguales y de soluciones plásticas contrapuestas, a través de unas obras en las que predomina la reflexión y el diálogo. Por ejemplo, en Resistencia (2017) y Contemplatio IV (2018), el artista se convierte en un místico del barroco minimalista y su obra, un hilo conductor para que el espectador y la espectadora se adentren en el silencio interior, en la espiritualidad y en lo trascendental, donde su cuerpo y su alma, se eleven a experiencias místicas profundas y de renuncia de placeres individuales, sin intromisión de cuestiones mundanas. Alejandro Mañas, como artista asceta del siglo XXI que es, se sirve de materiales y técnicas sin artificio para purificar el espíritu, mostrando un estilo puro, sobrio y sencillo a través del cual crear un espacio donde la mística y la espiritualidad, se hilvanan a través de nuestra introspección interior, en nuestro yo más profundo, con la finalidad de interrogarnos sobre el sentido de la vida y sobre nuestra elevación espiritual. Su obra, pura reflexión y diálogo, es fruto de una gran trayectoria de investigación pues Alejandro Mañas no deja nada al azar.

Todas sus obras son fruto de un duro y costoso trabajo a nivel intelectual y de investigación en archivos y bibliotecas. Un trabajo previo a la obra, y cuyo proceso de creación, hunde sus raíces en la meditación y en la historia del arte sacro, uniendo en una sola palabra, la creación y la investigación. Como artista de la nueva generación española que es, no repara en probar cosas nuevas, lanzándose hacia lo desconocido, escapando a la sensibilidad material para tratar de alcanzar un universo que no se puede palpar, sino que tiene que sentirse a través de la espiritualidad y de la mística, fluyendo con las energías individuales. En una de sus últimas obras que lleva por título Monte del conocimiento (2018), la acción se convierte en una ofrenda, a través de la cual, el artista construye una montaña, como si de un ritual se tratara, en el que cada puñado de arena es una ofrenda que reza por la vida, por el sufrimiento y por el mundo. La montaña coronada por una vela blanca, es la que iluminará la oscuridad de la noche oscura, la noche silenciosa a la que hace referencia San Juan de la Cruz en su poema Noche oscura. Por otra parte, Alejandro Mañas también crea espacios para el encuentro con el ser humano, para el encuentro con uno mismo sirviéndose del minimalismo conceptual para recuperar la esencia de las cosas, con el propósito de transmitir la experiencia misma de la creatividad.