¿Está de moda la conversión entre los jóvenes en el marco de una sociedad que prima el perfeccionismo?

'Apuntando a lo alto' regresa una semana más esta vez en pleno comienzo de la Cuaresma, un tiempo propicio para la conversión: ¿cómo podemos emprender este camino?

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Redacción Religión

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Este miércoles, 2 de marzo, ha comenzado la Cuaresma. Una oportunidad para la conversión hasta el Jueves Santo. La conversión es poner lo de dentro hacia afuera. Cambiar de mentalidad. Volver a centrar la mentalidad, el corazón y nuestra cabeza para que la verdad y la belleza de nuestra vida no radique tanto en el poseer como en el dar. No tanto en acumular como en compartir. Que nuestra vida no busque acumular ideas, bienes, contenidos o poder, sino ponerlo en manos de los demás.

En la nueva entrega del programa 'Apuntando a lo alto' del responsable de la Pastoral de Juventud de la Conferencia Episcopal Española, el sacerdote Raúl Tinajero, ha abordado con los jóvenes la importancia de la conversión en este tiempo litúrgico.

De esta manera, en la sección 'Diálogo abierto' se plantea la siguiente pregunta: ¿está la conversión de moda entre los jóvenes? En una sociedad donde se prima proyectar una imagen perfecta pero superficial, no parece que se faciliten las condiciones para ahondar en nuestro corazón y proponernos un cambio para ser mejores.

Para Miriam Blanco, joven madrileña de 31 años y que profesa la religión católica, la conversión únicamente es un camino viable entre personas que son conscientes de que necesitan un cambio a mejor en sus vidas: “Si no pensamos que tenemos que convertirnos, que todo está bien, ¿para qué iba a intentarlo?”, se cuestiona.

La conversión es un camino complejo, y que la mayor parte de las personas cree que es necesario emprenderlo, según Miriam Blanco: “No creo que nadie esté contento con todo lo que rodea su vida y no quiera ser mejor. Pero cuando alguien dice eso de 'yo me construyo a mi mismo', ahí está la dificultad de cambiar uno mismo”, sostiene.

Como consejo para iniciar esta conversión en este periodo cuaresmal, Blanco propone como ingrediente principal la confianza, el saber que es posible: “No hay que rayarse. Los cambios no tienen que hacerse de un día para otro, sino que se hace con el tiempo. Por ejemplo, se puede pensar por la noche en las cosas que he hecho mal para mejorar al día siguiente”, plantea la joven colaboradora de 'Apuntando a lo alto'.

Por su parte Irene Correas, joven guadalajareña de 25 años y que colabora con las Adoratrices, opina que en estos tiempos en los que vivimos nos hace “orientarnos en una falsa idea de la perfección que nos lleva a poner tiritas a las heridas del corazón, en lugar de darnos la oportunidad de vivir con las heridas. Formamos un yo de las tiritas y no de lo que hay que vivir para ser mejores”, explica la colaboradora.

A su juicio, la conversión no está actualmente de moda, especialmente si implica un esfuerzo: “Lo más importante es querer hacerlo, tener voluntad y ahondar en nosotros para llegar a ese punto. Los que ya hemos vivido ese proceso tenemos que transmitírselo a los demás para que inicien el camino”.

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