'Apuntando a lo Alto' comienza el año con nuevos retos: "Esperanza y presencia para los jóvenes"

El nuevo episodio de 'Apuntando a lo alto' ha contado con la participación de Isabel Beltrá Villaseñor y Daniel Díaz- Rincón

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Redacción digital

Madrid - Publicado el

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Con el comienzo de año nuevo, 'Apuntando a lo Alto' vuelve cargado de nuevos proyectos e ideas. Junto a Raúl Tinajero y María Aguilar, la nueva entrega del programa nos plantea una pregunta dirigida hacia los jóvenes: ¿Qué le han pedido a los Reyes Magos?. Las repuestas son lo que más nos interesa; este nuevo inicio trae consigo nuevos retos, oportunidades y un compromiso de vida que debemos afrontar.

Los invitados esta vez han sido Isabel Beltrá Villaseñor, joven de Toledo que reside en Madrid y es profesora en la Universidad y Daniel Díaz- Rincón, responsable nacional de jóvenes de la Acción Católica.

Le hemos planteado a Dani esta pregunta y su respuesta ha sido clara y concisa: le gustaría que este nuevo año trajera consigo el fin de los conflictos que se han reabierto durante el 2023 como el de la guerra en Gaza y el fin de otros como el de la guerra de Ucrania. Por otro lado, Isabel ha expuesto que “los jóvenes están pidiendo esperanza, nos estamos acostumbrando a vivir sin ella y por lo tanto este es un buen momento para pedirlo”. Estas serían los dos peticiones de los jóvenes: la esperanza y la paz en las situaciones de guerra.

Isabel nos ha contado que “partiendo de lo material, los jóvenes piden esperanza en el futuro laboral, para formar una familia y poder mantenerla” y pasando a un segundo plano más profundo e interior, la petición más importante es la de la esperanza de sentido, realmente saber que merece la pena hacer lo que hacemos.

El ser joven hoy en día no es tarea fácil, el momento de crispación política en el que nos encontramos, el fenómeno de las migraciones y el año de enfrentamiento de 2023 lo ha dificultado todo mucho más. Isabel conoce bien la realidad de la juventud en nuestro país; nos cuenta que el adolescente no es tan consciente de los profundos cambios que se están dando a su alrededor hoy en día y “parece que viven al margen de estas realidades”.

Nos ha contado que según su criterio estos jóvenes están algo “adormecidos”. Dando una de sus clases le ocurrió una anécdota mientras les explicaba la pregunta acerca del sentido. Según ha relatado, a medida que avanzaba en esta cuestión existencial, se fue dando cuenta de que las caras y gestos de sus alumnos eran de agobio y en un momento dado una alumna interrumpió diciéndole que los dejaran en paz, que ellos eran jóvenes y no querían agobiarse pensando en eso. Isabel afirma que “cuando a los jóvenes los enfrentas a la realidad se angustian porque no tienen las herramientas suficientes para hacerles frente”.

¿Qué está ocurriendo realmente con los jóvenes?, ¿No se quiere que piensen por ellos mismos?

Según Dani, “todos tenemos una parte trascendente a pesar de que no se motive o no se estimule”. Esto es lo que produce este vacío.

Isabel nos cuenta que todos los cambios legislativos en materia de educación van enfocados hacia ese lugar, a evitar que los jóvenes piensen. Por tanto, se reduce la parte más humana. La cuestión del miedo también es importante, “¿Cómo podemos pedirle a un joven que que se implique en la realidad si no tiene las herramientas suficientes para hacerle frente a los momentos de dolor que traerá esa realidad?”

¿Qué podemos hacer como Iglesia para dar ese protagonismo a los jóvenes?. Según Isabel es fundamental ejercer la presencia, el grito detrás de la indiferencia es el de la soledad y es por eso que el papel de la Iglesia es el de estar presente, de estar con los jóvenes que se muestran individualistas, las claves según Isabel serían presencia y acompañamiento. Dani añade acogida, la necesidad de que los jóvenes encuentren una familia cuando se acercan a la Iglesia.