Esta fe es la mía. Carta a un religioso
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(Editorial San Pablo), de la filósofa judía
, fue escrito un año antes de morir, cuando contaba treinta y tres, dirigiéndose al artista dominico fray Marie-Alain Couturier y planteando dudas, preguntas y problemas, junto a opiniones personales argumentadas.
Pese a ser educada fuera de toda religión, esta intelectual judía se interroga sobre la fe católica y reflexiona sobre los obstáculos que cuestionan su adhesión total a los misterios de la fe. Termina confesando: «Los lazos que me atan a la fe católica se van tornando cada vez más fuertes, cada vez más arraigados en el corazón y en la inteligencia. Al mismo tiempo, sin embargo, las ideas que me alejan de la Iglesia van también ganando fuerza y claridad».
El escrito desarrolla treinta y cinco apartados, en los que aborda la presencia de Dios en la historia y las religiones, el papel del pueblo judío en la historia de la salvación y la exigencia de renovación en la Iglesia para un nuevo encuentro con Jesús. Muy interesante es el séptimo, en el que plantea los paralelismos evidentes de mitologías y civilizaciones antiguas con las verdades cristianas. La autora manifiesta que el amor a la ciencia y el amor a Dios manan de la misma fuente.