Publicado el - Actualizado
1 min lectura
, «es clásico lo que tiende a relegar la actualidad a categoría de ruido de fondo, pero al mismo tiempo no puede prescindir de ese ruido de fondo», pudiéramos decir que nunca pareció más extemporánea, y a la vez tan contemporánea la lectura de
de
.
Extemporánea, porque nunca la fe y la esperanza se habían encontrado en un estado tan crítico, mientras que Mendel Singer, protagonista de la novela, —un Job moderno— persevera y desespera en la fe a pesar de la desgracia. Contemporánea, porque nunca la confianza en la posibilidad del milagro y la compasión en la desventura, las que rezuma el hijo del protagonista, Menuchim, nos habían hecho tanta falta.
Si lo más aclamado de la obra de
,
y
, ofrece una lectura inmejorable del devenir histórico de la contemporaneidad y los finales de época,
y
—principio y final de su mejor etapa literaria— flanquean y completan con su profundo mensaje de trascendencia su vida y obra.