Rescatar lo femenino para re-animar el mundo

, religiosa del Sagrado Corazón de Jesús, es el libro

(Editorial Desclée de Brouwer). En ocasiones, la autora participa de un lenguaje similar al de otras colegas ecofeministas, a las que cita, como Alicia Puleo, cuando escribe que «el ecofeminismo es una alternativa a la globalización neoliberal antropocéntrica». Y así.

Aunque apunta la diferencia entre sexo y género, se apresura a decir que el género, como construcción cultural variable, no es un factor peligroso sino una categoría necesaria para el análisis sociológico; a su juicio la ideología de género no es intrínsecamente mala. Solamente en los tres últimos capítulos de los diez que tiene la obra encontramos cuestiones directamente relacionadas con la teología. Lo más destacable está en la nada novedosa advertencia de que Dios es padre y madre, en los apartados dedicados a las mujeres en la Biblia, en la relación de Jesús con las mujeres que aparecen en los evangelios (aquí encontramos afirmaciones como que las mujeres presidían la fracción dominical del pan en los primeros siglos o la existencia de diaconisas en el siglo X) y, sobre todo, en el recorrido que hace por el pensamiento de algunas mujeres de la Edad Media, entre las que destaca Juliana de Norwich.