La oración del día: los 40 mártires de Sebaste
La Legión XII Fulminata se hizo célebre entre los cristianos del siglo IV por el martirio de 40 de sus soldados
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Hoy conmemoramos a los 40 mártires de Sebaste. Hasta el año 313 la Iglesia es perseguida y en ese momento la Declaración de Libertad Religiosa por parte del Edicto de Milán hace que ya no se persiga a los cristianos. No obstante, la Normativa se fue aplicando poco a poco hasta el punto de que el año 316 murieron en Sebaste cuarenta soldados. Pertenecían a la Legión XII. Licinio, en Oriente, no se resignó a asumir que entre las filas de su milicia hubiese servidores del Evangelio.
El Gobernante, según refieren estos Padres de la Iglesia, había hecho una redada instigando a los suyos que descubriesen si había algún cristiano. En este grupo hubo una cuarentena que se declararon abiertamente cristianos y seguidores del Evangelio.
Al hacerse público el tema, fueron condenados a una laguna helada. La prueba era dura durante la noche. Uno de aquellos hombres sitiéndose en extrema debilidad de fuerzas, flaquó y corrió a un lugar termal que les habían prometido si renunciaban. El número de cuarenta se mantuvo porque un soldado que custodiaba a los mártires vio el signo de un fuego sobrenatural lo que le hizo convertirse. Pronto se extendió por todo Oriente el culto a ellos.
Oración
Santos mártires de Cristo, celebrados por los teólogos y los poetas de nuestra iglesia.
Interceded por nosotros ante el Dios de misericordia, para que nos conceda, a pesar de la debilidad de nuestra fe y nuestra falta de seguridad, permanecer fieles al Salvador hasta el fin de nuestra vida y ser acogidos por vosotros en el paraíso.
Nosotros que somos a menudo pusilánimes, que el ejemplo del guardia Aglayo que vio descender las coronas de la gloria sobre vosotros y fue convertido instantáneamente tomando el lugar del que había renegado de Cristo, para unirse a vosotros, como Matías había remplazado a Judas entre los apóstoles, nos haga imitarlo y unirnos al rango de los que siguen al Maestro hasta el fin del combate que conduce a la victoria santa de la salvación.
Amén