Nuestra Señora de la Estrella, Faro de Pascua
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Durante el Tiempo de Pascua felicitamos a María con el cántico del Regina Coeli, porque el Hijo que en su seno llevó para alumbrar al mundo ha resucitado. Y parte de este Tiempo Glorioso coincide con mayo mes de la Virgen, en el que abundan Títulos Marianos por doquier. Hoy, por ejemplo, recordamos a Nuestra Señor la Virgen de la Estrella. La historia nos lleva al año 1060 en Normandía. Allí unos monjes se preparaban para anunciar por esas tierras el Evangelio, siguiendo el mandato del Señor de ir y predicar la Buena Nueva.
Llegaba la hora de dormir y uno de ellos se quedó en tierra y el otro se metió en la barca. Estaban muy cerca ambos porque les separaba la embarcación solamente. Pero al que darse dormidos las olas llevaron la barca mar adentro. Ninguno de los dos se dio cuenta porque les pesaba el cansancio. Al despertar al día siguiente, el que se quedó en la orilla se lamentó de la catástrofe que había sucedido.
Lleno de tristeza, pero también confianza, invocó a La Virgen para que le volviese a encontrar. Entonces tuvo un sueño. En él veía una estrella muy luminosa caer del Cielo sobre la zona donde él se encontraba. El estruendo quemó el bosque con tal fuego que una voz le pidió para fermento y luz de la Fe, que construyese una choza en honor de la Virgen. El sueño corrió por aquella comoarca y cumplieron lo que la Madre pedía.
La Reina Celestial le tranquilizó diciéndole que su hermano monje había desembocado en tierras anglosajonas donde había sido designado obispo. Los Hermanos de la Salle se hicieron cargo de esa Capilla cuando desaparecieron aquellos religiosos, poniendo bajo la Protección de la Señora las Escuelas de la Salle, fundadas por San Juan Bautista de la Salle. En 1960 se corona la Imagen y se declara a la Virgen de la Estrella Reina yi Madre y Patrona Universal de las Escuelas Católicas Lasalianas.