San Martín de Porres, "Fray Escoba"

La labor callada de los Santos es lo que les hace agradables a los ojos de Dios. Hoy nos acercamos hasta un Santo muy popular en el calendario: San Martín de Porres, que vivió desde el interio del corazón su Fe y su consagración a Dios, en el carisma dominico. Hijo del español don Juan de Porres, su padre es español, concretamente de Burgos. Por su parte, su madre es la mulata Ana Vázquez, de origen panameño.

Fue bautizado en la misma Parroquia de Lima -Perú- que su paisana Santa Rosa. La madre fue la que se ocupó de él y su hermana, Juana. De ella aprendieron la sencillez y humildad de agradecer al Señor cada día los dones que recibían de Él. Incluso don Juan, tardó tiempo en ayudar a su familia, hasta que a su esposa le proporcionó un lugar acomodado y a sus dos hijos les puso en manos de la mejor maestra, en Guayaquil.

Cuando el padre es nombrado Gobernador de Panamá, Martín regresa a Lima, aprendiendo el oficio de barbero. Su fama de gran barbero con las curaciones médicas que suponía entonces este oficio, le hace ser ayudante de un prestigioso médico español. Sin embargo, lo más importante es su capacidad de un trabajo humanitario. Todo esto emana de su amor a Cristo y a la Virgen. Por su barbería pasaron también los Dominicos del Convento del Rosario, en los que él entraría como donado.

Desde entonces el Convento se convirtió en un verdadero lugar donde reinaba la caridad. Precisamente cuando un monje le reprendió por llevar a la celda a un enfermo, respondió: “La caridad siempre tiene las puertas abiertas y los enfermos no tienen clausura”. Su experiencia mística de Dios le hace tener el don de la bilocación, estando presente en dos sitios a la vez. San Martín de Porres muere en el año 1639.