La fiesta de hoy: El Santísimo Nombre de Jesús, Salvación Divina

Cada uno de estos días alude a Elementos Fundamentales de la Navidad. Hoy, precisamente, celebramos el Santísimo Nombre de Jesús. Así se corresponde a su equivalente en hebreo. La Sagrada Escritura recuerda en La Anunciación que el Ángel le dice a María que le pondrán por Nombre Jesús. La traducción es “Dios nos salva”. Y lo mismo le sucede a José cuando se le aparece en sueños el Ángel antes de desposarse con La Virgen.

El Ángel le hace esta misma indicación. San Lucas, en el Evangelio de la Infancia, señala que al cumplirse los ocho días tocaba circuncidar al Niño, al que pusieron Jesús como le llamó el Ángel antes de su Concepción”. El Apóstol San Pablo en sus Cartas, recuerda aludiendo al Señor que nos redime recuerda que a “Nosotros no se nos hadado otro Nombre que pueda Salvarnos ni en el Cielo ni en la tierra”.

Uno de los principales baluartes de esto fue el franciscano San Bernardino de Siena en el siglo XV. Este recogió la Devoción a dicho Misterio que ya se vivía en el siglo XIV. Él llevaba en una tablilla la Sagrada Eucaristía de la que salían unos rayos con las letras JHS – traducidas del latín- que significan Jesucristo, Salvador de los hombres. Esto llegó al corazón de cuantas personas lo veían. Era una verdadera catequesis.

En 1530 el Papa Clemente VII concedió a la Orden Franciscana conmemorar esta Celebración. También San Juan de Capistrano se unió a esta Devoción. Incluso defendió a su maestro San Bernardino cuando le acusaban de no mostrar el debido respeto al Señor. El Pontífice lo justificó, y bendijo el proyecto. En 1721 la Fiesta se extendió a toda la Iglesia. San Ignacio de Loyola incorporó JHS al emblema de la Compañía. La Iglesia concedió Indulgencia a quien rezase invocando este Nombre.