Santos Servando y Germán, en la senda de los mártires

Santos Servando y Germán, en la senda de los mártires

Jesús Luis Sacristán

Madrid - Publicado el

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La actividad misionera siempre lleva a las personas de un lugar a otro para cumplir la voluntad de Dios y anunciar el Evangelio, derramando la sangre por el Evangelio si fuese necesario. Hoy celebramos a dos Santos que terminaron los días fuera de su territorio por la exigencia de Dios que les pedía dar la vida. Se trata de San Servando y San Germán. Están vinculados Emérita Augusta (la actual Mérida) en Badajoz, y nacen a finales del siglo III.

No falta quienes les relacionan con San Marcelo. Según la historia, eran de las legiones romanas y fueron destinados a Hispania en la zona reseñada. Allí viven su condición de cristianos mostrando con claridad su seguimiento a Cristo. Como el Imperio Romano se va extendiendo a pasos agigantados, los jefes piensan que han de contribuir a la presencia militar romana en cualquiera de sus rincones y fronteras.

Sin embargo este detalle no pasó desapercibido entre sus compañeros que les denunciaron como servidores de Jesús de Nazareth a los superiores. Las autoridades toman cartas en el asunto y les encarcelan a todos ellos con cepos y cadenas. Pero un día se debilita la persecución y son puestos en libertad. Es el momento de predicar con más ahínco, si cabe, el mensaje Salvador del Señor en acción de gracias.

Con Diocleciano se retoma esa sanguinaria decisión de eliminar cristianos. Una vez dada la orden, el Prefeto de esas tierras vuelve a apresarles intentado que desistan del Dios de Jesucristo. Como ellos no aceptan, les lleva con él encadenados y descalzos hasta Marruecos. Cerca de Cádiz manda decapitarles. Las reliquias de San Servando y San Germán reposan en esa parte gaditana, después de haber recorrido otros lugares de forma dispersa.

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