SANTORAL

San Juan Leonardi, patrono de los farmacéuticos

Comentado por Jesús Luis Sacristán

Jesús Luis Sacristán

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El celo por la extensión del Evangelio debe impregnar el corazón de los hombres. La Iglesia nos presenta hoy al presbítero San Juan Leonardi, cuya realidad fue desvivirse por el Reino de Dios para que fuese conocido y amado en todo el mundo. Nace en Luca, dentro de la Toscana italiana, en el año 1541. 

Sus primeros pasos se encaminan hacia los estudios de farmacia, profesión que ejerció durante un breve espacio de tiempo, puesto que el Señor le marcaría pronto su misión definitiva: La vocación al sacerdocio. Otro factor desencadenante es que en Italia existían un grupo llamado los Combonini dedicados a ser testigos de Fe. Sin embargo tuvieron su declive y esto le hizo reflexionar sobre el camino sacerdotal que cada vez se hacía más claro en su mirada. 

Secundando esta llamada, encaminó su ministerio de forma especial a los niños, con una atención particular en las catequesis destinadas a ellos acomodándose a su entender con gran pedagogía. También destacó su gran capacidad de predicador y transmisor del Evangelio a través de sus homilías. 

El año 1574, marcaría un hito en su trayectoria, ya que funda la Orden de los Clérigos Regulares de la Madre de Dios, que le aportó no pocas incomprensiones y dificultades. Pero su deseo de extender a Cristo era más fuerte que todas estas dificultades, por lo que logró con su tesón que se le juntasen un grupo de presbítero dispuestos a propagar la Fe. 

Precisamente, esta iniciativa fue asumida en su totalidad por la Santa Sede, transformándose en la Congregación “Propaganda Fide”. Cuando muere en Roma el año 1609, San Juan Leonardi deja tras de sí la restauración de la disciplina en varias Congregaciones para revitalizarlas.

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