San Hilario, Pontífice de armonía
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La preocupación de Dios por la unidad de todos los cristianos fue la que mostraron muchos Santos en su ministerio a lo largo de la historia. Hoy es la festividad del Papa San Hilario. Su vida transcurre en el siglo V. Natural de Cerdeña, interviene como legado de Pontífice San León I en el Concilio de Éfeso. También puso su granito de arena para pacificar la situación creada ante los conflictos entre los griegos y los latinos.
El tema es la celebración de la Fiesta de Pascua. Cuando muere San León Magno, es elegido Pastor de la Iglesia Universal, servicio que ejercerá durante sus últimos siete años de vida. En este periodo su celo por la comunidad eclesial, le empuja a trabajar en el asentamiento de los principios disciplinares y también jurídicos eclesiales. Así la iglesia será claramente Jerarquía de Comunión y servicio.
Entre los múltiples problemas que tuvo que corregir destacan el afán de poder de algunos clérigos de Las Galias, y los problemas de comunión en diversos puntos de la geografía española. Por ello se definía como un defensor de la unidad en Cristo Jesús. Esto mostraría una Iglesia viva a través de sus miembros. También dejó un gran elenco de construcciones, como es el caso de varias capillas en la Basílica de Letrán.
En este mismo contexto levantó un Monasterio que le puso bajo el patrocinio de San Lorenzo, Co-Patrono de Roma. Así dejó un testimonio dedicado al Apóstol San Juan, al que atribuyó la cantidad de beneficios que le dispensó el evangelista en las dificultades que se le plantearon en su vida ministerial. El Papa San Hilario muere el último día de febrero en el año 468. Su confianza en Dios siempre le hizo ser fuerte en el combate, fortaleciendo también la Barca de Pedro.