El Santo de hoy: San Ursicino, místico según la Regla de San Columbano
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los evangelistas dan Fe del Nacimiento del Señor, de su Vida, sus Milagros, su Muerte, su Resurrección y su Ascensión. De la misma forma muchos Santos han llevado una existencia tan silenciosa que sabemos de ellos gracias a los biógrafos. Hoy, en este 20 de diciembre y V día de la Preparación para la Navidad, conmemoramos a San Ursicino. Su vida transcurre entre los siglos V y VI en la zona de Suiza.
En el siglo XVI el jesuita Claudio Sudán, menciona a este hombre que buscó la contemplación al más puro estilo anacoreta como los ermitaños. El Edicto de Milán había limado la dura persecución hacia los cristianos. Sin embargo, el peligro de mundanizarse los cristianos llevó a muchos a abrazar la contemplación. En él se cuenta que pertenecía a la Diócesis de Besançon a la que pertenecía este Santo.
Cuando San Columbano -cuya festividad se celebra el 23 de noviembre- había recorrido Francia e Italia, tras salir de Irlanda. Compañero suyo fue Ursicino que se estableció en Luxeüil cuando el otro se fue a Italia -concretamente a Bobbio- donde fundó más Monasterios. Dispuesto a vivir la vida consagrada en la oración y el silencio, busca en esos lugares un terreno que le santificase en la oración y el trabajo.
Era el territorio franco-suizo denominado Jura. Pidiendo una señal del Cielo sintió que debían arrojar todos su bastones al aire para decidir el lugar concreto de su estancia. Como los cayados cayeron en diferentes lugares, se dispersaron. Ursicino levantó un Monasterio en honor de San Pedro bajo la Regla de San Columbano. Muere en el año 620. Varias ermitas se consttruyeron en su honor, hasta el punto de que el pueblecito cercano al Monasterio se llamó Saint Ursanne.