Santa Isabel de Hungría

Sin embargo, los desposorios se celebraron, y todos repararon en la bondad y ternura de la joven esposa que tuvo tres hijos a los que educó en la Fe, realidad de la que estuvo impregnada toda su vida. El espíritu de piedad y oración que tuvo le hizo ser madre y esposa ejemplar. Por aquello de que el discípulo no puede ser menos que su Maestro, no faltaron las envidias ante su recto proceder, sobre todo, cuando al arreciar el hambre, repartió comida entre los más pobres. También creó dos hospitales para una mejor atención de los enfermos y necesitados, al comprobar las situaciones infrahumanas en que s eenontraban muchos de ellos. Incluso ella misma, no contenta con auspiciar la construcción de estos centros sanitarios, se entregó de lleno a auxiliar a los propios enfermos que acudían al lugar. Con el paso del tiempo tampoco le faltaron dificultades propias de los discípulos de Cristo, en su misma casa como es el caso de la defensa de los derechos de su hijo mayor a la muerte de su esposo. Murió el año 1231 en Marburgo.

Iconografía: Se le representa coronada y delante del Palacio en qu ele tocó vivir.

Otros Santos: Salomé, Alfeo y Zaqueo.