El Santo de hoy: Santo Tomás de Cori, franciscano y humilde

Santo Tomás de Cori: franciscano y humilde

Jesús Luis Sacristán

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El Tiempo Ordinario nos invita amirar con rostro alegre y sereno el Misterio Salvador que comenzó con el Adviento y la Navidad. Hoy es la memoria de Santos Tomás de Cori, que profundizó con sencillez en ello. Este entusiasta seguidor del espíritu de Francisco de Asís y su obra en la vida de la Comunidad Eclesial, nace el 4 de junio de 1655. Al morir sus padres, como es pequeño se encarga de su cuidado la hermana mayor.

En este tiempo y hasta llegar a la madurez se ganó la vida en el pastoreo. Cuando todas sus hermanas se hicieron mayores y se casaron, él siguió la senda franciscana, que era la que le tenái designada la providencia en su camino de santificación. Durante un tiempo en Orvieto, se ordena sacerdote el año 1683 y se queda como ayudante del maestro de novicios. Por entonces cobran importancia y popularidad los Retiros, mediante los que se profundizaba en una vivencia de imitar al máximo el estilo del pobrecillo de Asís.

Tomás hará el de Civitella, lugar donde estuvo el resto de sus días salvo los seis años que pasó en el Monasterio de Palombara. También escribió diversas reglas que sirviesen para profundizar un poco más en este camino trazado. Hombre de gran devoción a Cristo Eucaristía, en las misas se quedaba bastante tiempo adorando al Santísimo Sacramento, en clave de Acción de Gracias por todos los beneficios dispensados.

También realizó algunos milagros que acreditan su fama de santidad. Sin embargo, por otro lado, experimentó la contradicción de la Cruz. Muchos de sus hermanos franciscanos le reprocharon la radicalidad, dejándole incluso sólo ante el gobierno del Convento. Es la prueba de que el Señor le quería y le avalaba su forma de vivir porque así les sucede a los que cargan con las dificultades de cada día. Santo Tomás de Cori muere el 11 de enero del año 1729.