Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael

El hombre debe aprender cada día la servicialidad en la oración y la obediencia de los coros celestiales que en un breve periodo recordaremos. El mismo servicio que propone el Señor en el Evangelio de este Domingo XXVI del Tiempo Ordinario. Hoy celebramos a los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. La Sagrada Escritura hace alusión a los tres. 

Concretamente de Miguel –cuyo nombre significa “¿Quién como Dios?”-, es el Apocalipsis el que recuerda la batalla entre el dragón y sus secuaces y Miguel y la milicia celestial: “Se trabó una batalla en el Cielo. Miguel y sus ángeles, combatieron contra el dragón y sus seguidores, venciéndoles. Y ya no hubo sitio para ellos allí, por lo que fueron arrojados al Mar de fuego”. Se le invoca en la defensa contra las asechanzas del diablo. 

Por su parte Gabriel, nombre que significa “Mensajero de Dios”, es el que anuncia a Zacarías el nacimiento de Juan Bautista: “No temas Zacarías. Tu súplica ha sido escuchada y tu mujer concebirá un hijo a pesar de su vejez.”. Y, al cumplirse la plenitud de los tiempos, es enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazareth, a una Virgen desposada con un hombre llamado José de la estirpe de David. La Virgen se llamaba María. El Ángel el saluda diciendo: “¡Alégrate llena de Gracia. El Señor está contigo!”. 

Y Rafael –cuyo nombre significa “Medicina de Dios”-, es el encargado de acompañar a Tobías en su viaje previo al desposorio con Sara. Se le invoca como Patrón de los conductores junto con San Cristóbal. La festividad de los tres Arcángeles, antes de la Reforma Conciliar tenía tres días distintos. San Gabriel se celebraba el 24 de marzo, San Miguel el 29 de septiembre y San Rafael el 24 de octubre. A partir de la citada Reforma se unieron todos el 29 tal y como ah llegado hasta nuestros días.