Felipe recuerda cómo lo dejó todo y se fue a El Salvador. Cuenta que al volver le había cambiado la mirada, se había encontrado con Dios desde la belleza.
El Ejecutivo salvadoreño ha condenado "enérgicamente" el asesinato del religioso y ha transmitido condolencias a la familia de Vásquez y a toda la comunidad católica del país