Esto es lo que realmente dice la Ley sobre si un peatón puede guardar la plaza de aparcamiento a un vehículo

A la hora de movernos y viajar a distancias que no están dentro de nuestra misma ciudad, lo más común entre los españoles es hacerlo en coche. El vehículo privado es prácticamente algo imprescindible para poder movernos, especialmente para ir a trabajar, viajar en familia o incluso ir al supermercado o a los centros comerciales que están apartados del centro de las ciudades, y prácticamente el único medio si queremos trasladarnos a una zona rural que esté alejada de grandes ciudades.

Pero lo que es cierto es que tarde o temprano llegará el momento de volver a casa o visitar alguna gran ciudad, y ello supone que en algún momento nos tendremos que bajar del coche, lo que significa que tenemos que aparcarlo en algún sitio, algo que puede convertirse en un auténtico quebradero de cabeza.

Esto se puede solucionar de varias maneras, o bien metiendo el coche en tu garaje, si lo tienes o lo pagas, o también si alguien te guarda esa plaza de aparcamiento en la calle para que cuando llegues tú con tu coche, estaciones ahí. Y es que dependiendo de la situación, a veces te puede salir más barato dejar el coche en un parking que en ese sitio que te han reservado.

¿Cómo guardar el sitio?

En primer lugar hay que decir que son varias las formas que existen de guardarle un sitio a alguien. Si se trata de alguien con el que hayas pactado un cambio de plaza, quita su vehículo, para que, inmediatamente aparques tú el tuyo sin que nadie se te cuele, no existe ningún problema.

La polémica se centra en cuando es un peatón el que ocupa una plaza de aparcamiento para reservarla a un vehículo. Y es que un peatón no es un vehículo, por lo que no tiene la potestad de ocupar o reservar una plaza cuyo uso sea el de estacionar vehículos a motor. Esto fue lo que sucedió el pasado mes de agosto en Talavera de la Reina.

Guardar el sitio de pie puede ser fuente de discusión, ya que si llega un coche antes del coche al que le guardas la plaza y este quiere estacionar, tiene todo su derecho a hacerlo sin que se le ponga ningún impedimento. Pero si la actitud de la persona que está de pie es la de no dejarnos aparcar, antes de atropellarla, podemos tomar otras acciones contra ella, como llamar a la policía.

Multa por reservar un aparcamiento en la calle

La calle es un sitio de todos, y las plazas de aparcamiento generales, tanto de tarifa regulada como libres, tiene derecho a ocuparla cualquiera, siempre que lo haga con un vehículo que tenga permitido hacerlo. Por ejemplo, no podremos aparcar una furgoneta que, por anchura o longitud sobresalga de las líneas de la plaza, o en el caso de nuestro coche, no podremos tampoco hacerlo en zonas que estén restringidas, como una plaza reservada para personas con movilidad reducida , carga y descarga...

La Ley de Seguridad Vial es clara en este aspecto y dice que el peatón también debe acatar las normas de tráfico. Al igual que un peatón no debe cruzar un semáforo en rojo o caminar y pararse por la calzada siempre que exista una acera, así que ocupar una plaza de aparcamiento, que además casi siempre están en la calzada, puede conllevar una multa para el peatón.

Desde 80 euros por ocupar de pie una plaza de aparcamiento hasta 200 euros si un coche aparcado ocupa dos plazas y obstaculiza la circulación normal. En este segundo caso, como sí que hay un vehículo de por medio, podrá ser retirado incluso por la grúa.

Aun así, lo más recomendable, en cualquier caso será el de llamar a la policía.